Capítulo 32

196 21 5
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Un matrimonio de casi veinte años se desbarataba en un momento

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Un matrimonio de casi veinte años se desbarataba en un momento. Sentía cada parte de esos años acumulados romperse. Me dolía perderlo, pero prácticamente nunca lo tuve. Me dolía el tiempo que había perdido porque así se siente; concibes que todos los años en los que te has esforzado para ser una buena esposa, una buena amiga, una buena amante, una buena madre simplemente son echados al viento y no bastaron. Recibes la confirmación de que fue así, cuando te das cuenta de que tú esposo salió a la calle a buscar algo que creías sí le dabas, pero a él no le alcanzaba. Me dolían mis hijas, me dolía no entender en qué había fallado, en qué me había equivocado y que quizás me había equivocado en todo, incluyendo la forma de organizarle su ropa o en la fragancia que usaba al lavar sus camisas.

«¿En qué se equivoca una mujer que ha dedicado su vida entera a su familia como para merecer esto? ¿Acaso no basta ser incondicional? ¿Escucharlo hablar cuando tiene un problema e intentar buscar una solución juntos? ¿Ser fiel? ¿Estar siempre allí esperando que regrese de trabajar y encuentre una casa ordenada e hijas bien cuidadas? ¿Acaso no basta eso? ¿Acaso no bastan los años demostrando día tras día que él es importante para ti? ¿La paciencia con su mal humor? ¿No bastan los sueños que se construyeron juntos?»

Decidí dedicarme en cuerpo y alma a mi familia; por amor, amor a ellos, amor a él. Decidí depositar toda mi confianza en él y eso es lo que más me desbarata, darme cuenta de que solamente me usó, que se burlaba de mí y que cada noche en la que dormí sola, sintiéndome culpable de que trabajara tanto para darnos todo lo que necesitábamos, él estaba con otra.

Me desgarraba escuchar que mientras yo creía que vivía con el amor de mi vida, él simplemente me contaba como parte de los muebles de una casa que construyó, pero no más que eso. Y en ese momento: caes en cuenta de cada detalle al que jamás le diste suficiente importancia; de cada mentira que nunca cuestionaste; de cada palabra hiriente que nunca respondiste; de cada vez que guardaste silencio solamente para pretender cuidar tú matrimonio y no perder el hogar que te esforzaste por tanto tiempo en construir.

«¿Acaso no basta el amor? ¿Acaso no basta el cariño?»

Sentía desprecio por él, por mí. ¿Cómo es posible vivir engañada tantos años? ¿Cómo era posible que había sido tan ciega?

Entre 2 billones de GalaxiasWhere stories live. Discover now