Hay un momento en la vida, en la que simplemente parece que cada cosa toma el lugar que debe tener; mi lugar siempre fue en familia y con Jacob al lado. Claro que de niña era simplemente el vecino, compañerito y amigo que venía a mi casa para jugar e ir a la iglesia los domingos. Hoy, gracias a Dios el tiempo en el que estuvimos lejos quedó en el pasado; ahora, ya no es mi vecino, pero sí mi amigo, y más que amigo, mi novio.—¡Hey, allí estás! —dice muy sonriente.
Se ve feliz.
—Creí que no vendrías a clases.
—¿Por qué? —preguntó con duda.
—No lo sé, ayer no estabas de humor así que creí que hoy quizás tampoco lo estarías.
—En realidad hay mucha verdad en ello, pero digamos que quería verte —me besó—, necesitaba verte —puntualizó fijando su mirada en la mía.
—Espero mi papá no haya sido rudo.
—No, no lo fue. Reaccionó años luz mejor de lo que creí lo haría.
—Y al parecer no fue el único.
—¿Por qué lo dices?
—Mi hermana, no sé porque, pero no reclamó.
—Quizás está entretenida con algo o con alguien.
—¿Por qué lo dices?
—Es tú hermana Rais, de Margot es fácil esperarse cualquier cosa.
—De igual manera mientras no nos moleste, creo que todo estará bien.
—Totalmente de acuerdo —agregó sin evitar robarme otro beso.
—Ups, lo siento, no quise interrumpir —dijo Ingrid, mientras colocaba una manzana sobre la mesa.
Estábamos en recreo.
—¡Al menos comes manzanas! —exclamó Jacob.
Su comentario fue fuera de lugar, tanto que no solamente a mí me hizo sentir incómoda. Ingrid tampoco era delgada, tal vez un poco o mucho más llenita que yo; quizás por eso éramos amigas.
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Entre 2 billones de Galaxias
Teen FictionRaisa y Jacob, desde su infancia, son dos almas destinadas a encontrarse. Raisa proviene de una familia cristiana y Jacob de una familia con problemas de drogadicción y en dónde Dios, no ha sido precisamente algo más que una palabra. A pesar de su...