Raisa y Jacob, desde su infancia, son dos almas destinadas a encontrarse. Raisa proviene de una familia cristiana y Jacob de una familia con problemas de drogadicción y en dónde Dios, no ha sido precisamente algo más que una palabra.
A pesar de su...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Allí estaba yo, sentada, degustando un delicioso almuerzo que la mamá de Ingrid nos había preparado, o bueno, la señora que le ayuda en la cocina. Al menos ellas se pueden dar ese lujo o no sé realmente como llamarlo, en mi casa siempre ha estado mi mamá encargándose de todo así que de cierto modo me siento como si estuviese en casa de ricos. No por el hecho de que nadie ayude en casa, porque sí que hay alguien que llega todos los días, pero en temas de la comida, mi mamá se encarga siempre.
Pero por más deliciosa que esté la comida no puedo evitar pensar en Jacob, lo decepcioné y seguramente en este momento piense que todo se complicó y para mi pesar me guste o no, es así. ¿Alguna vez te has sentido con la obligación de hacer algo por tus seres queridos que no los decepcione? Bien, pues ese es mi caso en ese momento.
Me gustaría tener la fuerza de voluntad en la toma de decisiones como Bella Swam, sí, la chica de crepúsculo. Eso porque pudo decidir estar con Edward sin importar qué pasaría con sus papás y en las complicaciones que vendrían después, ella simplemente tomó la decisión que la haría feliz. En mi caso, no puedo, no puedo pensar en estar con Jacob por encima de lo que mi papá quiere, porque no quiero decepcionarlo, a pesar de que en ocasiones entro en desacuerdo con él, lo amo, y es mi papá.
La conversación con Ingrid no ayudó mucho, aunque debo admitir que tiene mucha razón y por justamente esa: "mucha razón" estoy aquí y no con él. Me guste o no, que mi papá haya cambiado de decisión puede tener una lógica explicación como la que Ingrid tiene o cree que es. Desearía no sentirme tan confundida, pero lo estoy.
Amo a Jacob estoy convencida de eso, pero también amo a mi familia y no deseo tener problemas con ellos sin que lo merezcan. Mi papá se ha esforzado tanto por darnos lo necesario y más, a todos en la casa, por lo que no quiero ocasionar problemas o ir en contra de lo que manda a pesar de que mi corazón desea que haga lo contrario a lo que la razón me indica; a mi corazón no le interesa saber si Jacob es o no bueno, el simplemente lo quiere y ya.
—Creí que te había gustado —dice Ingrid.
—¿Qué cosa? —pregunto confundida.
—La comida, no la has terminado, si no te gustó no tienes porque comerla.
