Capítulo 18

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Era un océano de emociones las que había en Raisa ese día, jamás había tenido un encuentro de ese tipo con algún hombre

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Era un océano de emociones las que había en Raisa ese día, jamás había tenido un encuentro de ese tipo con algún hombre. Claro que se trataba de Jacob, pero, aun así, era algo diferente. Anhelaba poder compartirlo con alguien, hablar sobre sus temores y emociones al mismo tiempo. Sobre el deseo que tuvo de corresponder a la insinuación de Jacob de ir más allá, y en paralelo el miedo que sintió por hacer algo incorrecto, algo en contra de todos los principios con los cuales hasta ese momento, había sido educada.

Su mañana no estuvo perfecta. Al contrario, la escuela pareció tediosa y difícil. Cada curso se volvía cada vez más largo y su escapatoria la logró, cuando la primera campana sonó, aquella que indicaba que era momento de un receso.

No había llevado nada de casa como solía hacerlo, así que le tocó ir a la cafetería para comprar algo. La ausencia de Ingrid era más que notoria, sobre todo porque había muchos comentarios al respecto, pero eso no le molestaba, lo que realmente le afectaba era el hecho de que su amiga no solamente había faltado, si no que no tenía posibilidades de comunicarse con ella.

Hubiera querido hablarle y hacer las paces, pero Raisa también se sentía molesta con Ingrid, por la forma en que culpó a Jacob, sabiendo ella que él en ningún momento hizo nada, y que al contrario, mientras que Ingrid pensaba mal de su novio. Él atravesaba uno de los momentos más difíciles con los que le tocaba lidiar.

Claro que Raisa quería mucho a Ingrid, pero también, dentro de ella había un sentimiento de lealtad más inclinado hacia Jacob, no por el echo únicamente de ser su novio; si no, que se trataba del amigo de toda una infancia, que si bien, un tiempo se alejó. Ahora ella entendía el porqué de las cosas. Mientras que con Ingrid era una amistad con ciertos límites, que si bien, ya se había roto y la podía considerar su mejor amiga, solamente podía contar el tiempo con meses y no años, como en el caso de Jacob.

—¡Hey! —exclamaba Jacob.

Raisa recién se iba a sentar en una mesa para comer lo que había comprado.

Estaba muy pensativa, pero el verlo, hizo que su semblante se alegrara.

—Hola —saludó ella.

Aunque eran novios, no tenían mucha costumbre en pasar el receso juntos.

—Te extrañé demasiado —sonrió—, desearía besarte, pero sabes que están prohibidas las muestras de amor en público.

Hacía referencia al reglamento, en dónde prohibían los noviazgos dentro de la institución. Aunque eso no detenía que hubiera parejas; solamente evitaban que se besaran en cada rincón dentro de las paredes de la escuela. En los patios, el parqueo y cerca de las canchas de fútbol solía ser un acto bastante común.

—¿Cómo vas en las clases? —preguntó Raisa.

—Vaya, vaya, me cambiaste de tema drásticamente, y bien. Creo que bien, la que no se ve muy bien que se diga eres tú. ¿puedo saber a qué se debe?

Entre 2 billones de GalaxiasWhere stories live. Discover now