Bosque Mágico (Diakko♥)

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''Susurros''

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Narradora Pov

—¿Qué haces aquí?

—Leo, igual que tú.

—Puedes leer en otra parte.

—No quiero. Es también mi habitación.

—Vienes a fastidiarme. Antes, leías fuera de aquí y ahora te interesas estar en casa. Ve al bosque y piérdete.

—No he dicho nada para fastidiarte. Tu comenzaste a hablar primero.

Lotte frunció el ceño.

—Ten cuidado con lo que dices, Atsuko.

—Ten cuidado con lo que tú dices —amenazó.

Akko se levantó de su asiento y caminó con su libro en mano hacia su cama. Se recostó de pecho y continuó con su lectura ignorando la mirada furiosa de su hermana. Su padre, le pidió anteriormente que le ayudara a sacar a su hermana de la habitación. Al menos que ella bajara y estuviera en el salón para que pudiera ver por el ventanal a las personas pasar al frente.

Lotte no había tenido ningún interés en conocer el exterior y, al parecer seguiría así por un largo tiempo. Akko por su parte, fue consumida por la lectura olvidándose completamente del plan que había hecho con su padre. Las horas fueron pasando y el sol empezó a caer lentamente.

Siendo ya de noche, el señor del hogar subió los escalones con una expresión de preocupación. Cuando llegó al cuarto, abrió la puerta topándose primero con su hija rubia dándole la espalda a su otra hija mientras intentaba leer. Él, no dijo ninguna palabra. Levantó un poco más la mirada encontrando a la castaña dormida encima de su libro. Eso lo hizo sonreír con sutileza.

Nuevamente posó su mirada en la rubia, ganándose su atención de inmediato.

—La cena estará lista en unos minutos. ¿Me harías el favor de despertar a Akko para que baje a cenar?

—Te tomaste la molestia de subir y dirigirme la palabra. ¿Por qué no hacerlo de nuevo, pero con tu ultima hija?

El ceño del señor se frunció ligeramente.

—Por favor, Lotte.

—Esa niña me ha retrasado en mi lectura por interrumpir mi espacio personal.

El señor arqueó una ceja.

—Akko no ha hecho nada más que leer contigo en el mismo lugar —defendió el señor tratando de mantenerse sereno.

—¡Porque tú la enviaste aquí! —exclamó sobresaltado a su padre—. ¡¿Crees que no me doy cuenta de lo que haces?! ¡Te equivocaste si pensaste que saldría!

—Baja la voz —pidió con timidez temiendo que Akko se despertara—. Lotte, allá fuera hay un mundo que no conoces desde que... Bueno, me gustaría que hicieras amigos como Amanda y Akko.

—No me compares con ellas dos. No me interesa en absoluto conocer lo que se encuentra fuera de esta casa.

—Lo harás, algún día.

—No puedes obligarme.

—Tampoco puedes quedarte aquí para siempre. Eres una mujer. Necesitas aprender a cuidarte por tu misma y no sólo leer libros con historias irreales. ¿Quieres conocer algo nuevo? Sal e interactúa. Muchos han querido verte y hablar contigo.