☪ 41 ☪

275 46 1
                                    

────✧✦✧────

"Abre los ojos"

────✧✦✧────

Narradora Pov

Una pequeña campanilla sonó a su costado tomándola por sorpresa. Akko giró a verla con una expresión confusa.

Some boys kiss me, some boys hug me. I think they're okay. —Ella sonrió—. If they don't give me proper credit, I just walk away. —Lentamente se movió a un costado cerca de la ropa firmemente colgada y tomó las que estaban secas, para luego dirigirse a pasos rítmicos donde se encontraba la canasta—. Cause we are living in a material world. And I am a material girl.

La castaña la miraba con impresión. La señora, madre de su mejor amiga Mary, le estaba cantando una canción para alegrarla. Ella había estado dos largos meses encerrada después de lo sucedido con el caballero. Akko sabía perfectamente quien era la culpable de aquel acontecimiento y quería reclamarle lo que había hecho, sin embargo, su señor padre no la dejaba salir de casa.

Some boys romance, some boys slow dance. That's all right with me. —Ella abandonó la ropa y fue a buscar la otra, dedicándole en el transcurso una mirada divertida acompañada de un guiño de ojo—. Some boys try and some boys lie. But I don't let them play.

Akko sonrió ligeramente y sus amigos hicieron lo mismo. Ella no era la única que se encontraba en ese lugar. Andrew, Frank, Mary, Constanze y Barbara, la veían con emoción. La señora se había quedado en ese día para ayudar en algunos deberes del hogar. Johan le había dicho que no era necesario, pero ella insistió por la castaña.

El dueño llegó observando con alegría las intenciones de la mujer teniendo en su mano derecha unas tijeras de podar que era de una sola pieza hecha de bronce. La señora volteó a verlo y le dedicó una de sus maravillosas sonrisas con un leve rubor en sus mejillas.

Cause they are living in a material world. And I am a material girl!

Akko, por supuesto, lo notó enseguida. Levantó una ceja cuando su padre simplemente hizo una leve reverencia con su sombrero y se retiró. Él parecía no haber prestado atención a la acción de la señora, sin embargo, ella no pareció afectada. Al contario, continuó cantando con esa hermosa voz que tenía.

La castaña se preguntó, después que acabara, si su amiga poseía el mismo talento. Su ceño se frunció cuando sus pensamientos dieron un vuelco y la imagen de la guardiana apareció. «Tú...», se dijo con clara molestia. Por su culpa no la dejaban salir del hogar donde se crio.

—Oh, vamos. Estabas contenta —dijo la señora sonriendo de manera agotada.

Akko levantó sorprendida la mirada, para luego volver a bajarla de manera arrepentida. Era cierto que en todo ese tiempo se la había pasado con aquella expresión de molestia y tristeza en su rostro.

Mary: Tal vez si jugamos algo pueda alegrarte.

La castaña giró a verla inexpresiva.

—No somos unas niñas. Tenemos veintitrés.

Mary: Nunca es tarde para divertirnos un poco —dijo poniéndose de pie.

Andrew: Ella tiene razón, pero, lastimosamente no puedo quedarme. Tengo que ayudar a mi padre. —Él palmeó dos veces su hombro—. Nos vemos luego.

Akko asintió sin mirarlo despidiéndolo de esa forma. Andrew no se conformó y se colocó al frente de sus ojos.

Andrew: Prometo hornearte unos panecillos y traértelos.

Bosque Mágico (Diakko♥)Where stories live. Discover now