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"Unos segundos más"

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Narradora Pov

Tres horas antes de la invasión

Johan se encontraba recogiendo los cultivos del día con una sonrisa tranquila en su rostro. Dentro de unas horas, el sol empezaría a ocultarse y las personas regresarían a sus hogares, dando por terminada otra jornada de trabajo.

Despejó el sudor de su frente con su antebrazo, para después cortar la parte unida de la sandía y cárgala hasta la carreta de una sola rueda. Seguidamente, observó con orgullo la cosecha y continuó en la otra área, en el que se encontraban los vegetales.

Para su suerte, el día no era tan caluroso como se esperaba que fuera. Dentro de poco las nubes ocuparían el lugar en el cielo, y la lluvia regaría sus plantas sedientas.

Caminando con la canasta de vegetales en su hombro derecho, vestido con su sombrero y ropa de trabajo, el hombre de la casa, estaba contento e intranquilo a la vez. Su hija, Akko, no le había comunicado nada negativo de la relación de su hija Amanda, pero la manera en cómo lo dijo sin detalles, le causaba inquietud.

No estaba seguro de confiar en su intuición y se encontraba un poco cansado mentalmente de esa situación. «Amanda me dirá si algo está mal», se dijo recordando lo fuerte y rebelde que era su hija. Por supuesto, el cambio inesperado de su actitud y comportamiento también lo golpeó a él, pero, sabía que su hija no se quedaría con los brazos cruzados.

Ella, seguía siendo una rebelde. Y se sentía todavía mal por haberla metido en una situación tan compleja como lo era un matrimonio con un hijo que le incomodó un poco cuando lo vio por primera vez. El niño se parecía al hombre con el que la comprometió, pero sus ojos eran de color verdes, como el de su madre.

Un hijo y el compromiso de ser una buena madre y esposa, era una responsabilidad cansada, sin embargo, confiaba que el marido compartiera de su tiempo.

Johan deseaba que su primera hija fuera feliz y no viviera bajo tanto estrés; aunque, debía admitir que, con su anterior esposa, el estrés era lo de menos.

Kioko era una mujer excepcional y capaz, haciéndose cargo de los deberes naturales del hogar mientras él se dedicaba por completo al trabajo.

Johan, se sentía alegre y orgulloso de llevar siempre comida a la mesa; Johan, se sentía afortunado y bendecido de tener a su esposa e hijas con una buena salud.

Las cosas materiales nunca llegaron a hacer falta, pero los desacuerdos estaban allí frecuentemente.

Claro, su matrimonio no era perfecto. Kioko era una mujer audaz y con un orgullo inquebrantable. Si algo le interesaba, se propondría a conseguirlo a toda costa; si algo no salía como lo esperaba, intentaría una y otra y otra y otra vez, hasta hacerlo salir bien.

Muchas veces discutieron, y más, acerca de las remodelaciones de su futura casa. Mientras Johan quería una casa amplía y cómoda con tonalidades suaves. Kioko quería los colores más llamativos y chirriantes posibles.

Sin embargo, aunque su comportamiento a veces era bastante agitador, él no la hubiera dejado por nada.

Ella, lo había bendecido con tres hijas. Tres hermosas hijas que rondaban la edad de los veinte años. Amanda, era la mayor y se había convertido en una mujer deslumbrante. Lotte, la del medio, era una intelectual con un problema de aislamiento social, nada grave. Ella, igualmente, era una mujer preciosa que irradiaba, cada vez más, madurez.

Bosque Mágico (Diakko♥)Where stories live. Discover now