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"Tu decisión"

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Narradora Pov

Las personas quietas que miraban con maravilla y gran sorpresa y confusión, la belleza resplandeciente de la mujer que había hecho apto de presencia en la desagradable batalla que llevaban a cabo, eran demasiadas.

Lentamente, las espadas y los escudos que protegieron y mataron a muchos, fueron bajados con cautela; lentamente, el bullicio calló y las peleas se detuvieron.

La guardiana no los miró, permaneciendo su completa atención en la persona que jadeaba y temblaba del susto e impresión.

Un segundo más, y las probabilidades de una inconformidad, se haría notable en ambos bandos.

Seguidamente, cansado de la incertidumbre que se había extendido, dos pasos, con el resonar de una armadura de metal y unas palabras, se escucharon con claridad.

—¿Quién eres? —preguntó el hombre, a cargo del primer grupo de caballeros.

No hubo respuesta.

Los hechos acontecidos en el lugar. La destrucción del comienzo de una guerra y las probabilidades de un desagradable final, la guardiana los había visto incontables veces en el pasado; considerando algo común entre los humanos quitarse la vida mutuamente; ser asesinados por sus propias armas; ser combatientes de una nación.

Sin embargo, en el sitio en el que se encontraba; el sitio donde la vida de muchos era privada de los avances, era considerado, preciado y valorado por lo que le era más importante en ese momento.

Y eso, acompañado de un juramento, le significaba demasiado.

—Te hice una pregunta.

La voz volvió a resonar entre todos, causando que los ciudadanos desearan aprovecharse la distracción y conmoción que había causado para correr, no obstante, sus piernas no se movieron. Ninguno de los presentes e indefensos pueblerinos viejos y nuevos que vinieron en busca de oportunidades, era capaz de moverse.

La perfección de la persona frente a sus ojos, era indescriptible. Ella, estaba vestida de la manera más pulcra posible que irradiaba con el comportamiento más frío y contundente nunca antes visto por ningún ser humano.

La expresión en sus rasgos definidos era indiferente; su espalda estaba erguida en una postura que demandaba poder y respeto; sus ojos azules, tan azules, pero claros como un océano inexistente, penetraron el alma del caballero quien se había atrevido a dirigirle la palabra.

Los que empezaron a especular; los que empezaron a creer; y los que empezaron a rezar, dejaron de hacerlo, al escuchar el temblor abrumante y crujir continuo de los huesos del hombre bajo su armadura.

El líder empezó a soltar quejas agobiantes que fueron silenciadas cuando su cuerpo cayó al suelo, sucumbiendo a la larga eternidad de la muerte.

Akko cerró los ojos, tratando de asimilar lo que pasó. Diana, no se había movido; Diana, no había dicho ninguna sola palabra. Con tan solo una mirada, la vida ajena frente a ella, acabó.

La guardiana regresó a verla con total complicidad, y llevó consigo su mano derecha a la mejilla descubierta y sucia del polvo de la tierra. Lentamente, alzó su mentón a la altura de sus ojos y se aproximó, con intenciones de así cerrar la distancia entre las dos.

Sin embargo, lo que no esperó, fue la insípida acción del rechazo.

Akko quitó el rostro y miró el suelo, frunciendo el ceño en lo que era molestia, tristeza, desconcierto y miedo. Ella tenía demasiado miedo y dudas que eran reflejados por sus ojos, lo que hizo que los parpados de Diana se abrieran ligeramente por unos milisegundos.

Bosque Mágico (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora