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"Idea equivocada"

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Narradora Pov

«¿Qué ha pasado...?» La sangre manchó sus zapatos y poco a poco fue convirtiéndose en un rio que, si no fuera porque estaba soñando, era muy probable que falleciera ahogada. De repente se levantó con la respiración agitada escuchando inevitablemente los gritos enojados de Johan en la planta de abajo.

Ella tragó pesado y se sentó en la cama percatándose de las gotas de sudor que bajaban por su frente. Con pesadez las quitó e intentó recomponerse. Tenía frio y sus manos temblaban. La castaña había visto a un hombre cometer suicidio frente a sus ojos. «Primero la mujer y ahora esto», pensó con temor y unas palabras de la guardiana aparecieron repentinamente en su mente.

«Apuesto que hay otras cosas más que no has visto aún. Debes prepararte mentalmente para recibirlas».

Su cabello fue desordenado por sus manos y su ceño se frunció. «No...» Lentamente su espalda cayó otra vez acostándose en la cama.

Los caballeros veían con terror y las personas igualmente tenían una expresión indescriptible. Ellas trataban de encontrarle sentido a lo sucedido, pero después de unos minutos algunos llegaron a una conclusión bastante descabellada.

«Bruja...», recordó. La habían llamado de esa forma, sin embargo, las personas que conocía salieron en su defensa. Las cosas se calmaron, pero los rumores de lo ocurrido empezaron a extenderse.

Anteriormente cuando salía de casa la miraban ahora de una manera que le disgustaba y enfadaba. En una de las ocasiones un balde de agua cayó sobre su cabeza empapándola por completo. Ella miró al causante y no hizo nada al respeto. Era un niño que creía en las palabras temerosas de sus padres.

«¡Largo de aquí!», exclamó el pequeño. Akko le sonrió tratando de calmar su malestar, no obstante, la sutil duda en el rostro del joven desapareció y, rápidamente se echó a correr. «¿Estás bien?», le había preguntado su mejor amigo. «Sí», contestó quitándose por completo el balde de la cabeza.

No era la primera vez que recibía y aguantaba las palabras asustadas de las personas que no conocía. «Entonces eso hacen...», se dijo mientras miraba las estrellas en un sitio que le encantaba compartir con su señor padre. «Algo desconocido. Algo fuera de lo que conocemos como normal».

A la gente no le gustaba las cosas que se encontrara fuera de su círculo de confort. Akko ahora estaba consciente de ello y pensaba mucho en sus actitudes. «¿Qué pasaría sí...?» ¿Conocieran un lugar donde existían criaturas que tenían un aspecto muy diferente? Era posible que intentaran deshacerse de ellos tirándolos a una hoguera.

En ese momento se acordó del pequeño animal con forma de armadillo que se acostó en sus piernas y se dejó acariciar por sus manos. Una sonrisa se dibujó en sus labios y su cabeza se apoyó en sus rodillas mientras disfrutaba del aire de la noche.

—Sabía que estarías aquí.

Akko se tomó su tiempo para responder.

—¿Aún sigues molesto?

—¿Contigo? No.

La castaña giró a verlo con leve sorpresa.

—Nunca estuve molesto contigo —aclaró con una sonrisa y tomó asiento a su lado.

—¿Entonces...?

—Estaba molesto con aquel hombre que se atrevió a tocar a mi hermosa hija —dijo y acarició su cabeza despreocupándola.

Bosque Mágico (Diakko♥)Where stories live. Discover now