Comienzos

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Serás mía y te destruiré junto con tu querida familia, ahora me perteneces y no volverás nunca hacer feliz mientras yo exista me oíste?, ahora ven o iré yo y será peor.

—No No...nooo

Desperté gritando, mi frente estaba empapada de sudor, mis manos, mi espalda, todo mi cuerpo. Otra vez esas estúpidas pesadillas que me atormentan, desde mucho empecé a tener pesadillas constantemente, se lo conté a mi madre y una psicóloga me ayudó, parecía que ya estaba mejorando, pero no, de un momento a otro volvieron. Ellas volvieron a mi. La psicóloga decía que era estrés, falta de sueño, todo adolescente le pasaba y era normal, pero yo no lo sentía así, y lo sabía muy bien me sentía en peligro?. Cómo sea no le he dicho a mi mamá que las tengo de nuevo, ella es una drama queen y con todo el trabajo que tiene no la quiero estresar mas ya que se vuelve loca y a mi en su desliz.

Me quede con los pies de un lado de la cama sentada, tratando de calmar mi respiración y procesar todo, decidí darme una ducha ya que se me haría tarde para ir al instituto, me aliste, poniéndome una falda corta pegada a mis piernas de color vino tinto con rayas negras, una blusa roja de tiras muy relajada, tenis, deje mi cabello suelto y me tape un poco las ojeras con un maquillaje relajado.

Con mi mochila baje a desayunar. Cuando iba por mitad de camino escucho a mi madre discutir por llamada.

—Pero cómo es posible?.... Te dije que no podía, que estaría con mi hija este fin de semana... Ahgg, sabes algo dejalo asi te veo en diez —se hizo un silencio para luego oír sus tacones de marca muy finos sonar por todo el pasillo.

—Ahh...hola Maddie, ¿como amaneciste? —su rostro había cambiado a una sonrisa forzada, y se rascaba su cabello con el dedo índice lo cual siempre hacía antes de poner una excusa, disculparse por algo o está preocupada por algo.

¿Y ahora qué será esta vez?

Vamos averiguarlo, ya mismo en vivo y directo, por lo menos no será por llamada, aunque prefiero que sea así para no verla.

—Bien.

Salí en dirección a la cocina y comencé a sacar unas tostadas con queso crema, cereal y leche.

Escuche que se acercaba y ya iba a empezar

—Maddie tengo que decirte algo, escúchame, Eh... Efraín me llamó y me necesita en Italia para la inauguración de nuestra boutique allá y como soy la dueña me toca estar presente. Estaré una semana por fuera, espero que te portes bien y me perdones. Se que la pasariamos este fin de semana juntas pero tu entiendes, cierto? —Dios siento que le va a arrancar un pedazo de cráneo de tanto rascarse.

—Si, no pasa nada, se veía venir. Era muy bueno para ser real —nótese mi sarcasmo, me senté en el island a desayunar, sabía que esto pasaría.

En realidad igual ya era parte de mi rutina, pasaba más con Nadine o sola que con ella.

—Gracias te lo recompensare, lo prometo —cosa que siempre dice y lo hace, con unos zapatos caros, o mucha ropa de marca y era bueno ya que tenía mucha ropa y me gustaba pero no lo suficiente como para pasar tiempo con ella.

—Por supuesto —dije dándole una mordida a mi tostada restándole importancia.

—Cuidate, para cuando vuelvas no estaré, si haces fiesta no quiero que desaparezca nada, cuida a Dafne y no llegues tan tarde, si quieres dile a Caroline que te acompañe toda la semana que yo hablo con Rose. Ten buen día —y con esas lindas palabras no la volveré a ver hasta la próxima semana. Lleve todo al lavadero y tome un poco de yogurt, recojo mi mochila y una carpeta de trabajos que tengo pendientes para hoy.

Pongo mi playlist y me dirijo a la casa de Caroline, al llegar toco la bocina, avisando que ya llegue.

Ella sale y lleva puesto unos jeans de cuero color negro, blusa blanca de tiras encajada pero no tanto, y unos tenis, lleva su cabello suelto, es largo y rizado, su cabello era algo que la caracteriza mucho era castaño y muy voluminoso y en las orejas lleva unos pendientes redondos, no tan grandes, pero tampoco tan pequeños, lleva un maquillaje ligero, simplemente se veía maravillosa. Con esa sonrisa de siempre de oreja a oreja sacó de su bolso unos papeles mostrándome los, ya sabía que era los pendientes de hoy. Rodeo el auto y entró. Su aroma me pego en toda la cara.

—Hola amiga de mi corazón, ¿como estas?

—Hueles a una joven desesperada por tener sexo, pero que es dulce, un poco juvenil y traviesa —mis palabras la hicieron soltar una carcajada la cual se me contagió.

—Bien ya para, me saldrán lágrimas y después no habrá quien me pare. Oye! Te ves hermosa, es para Adrik? Por que siento que es así, dahh obvio es tu novio —mi sonrisa se desvaneció en ese preciso momento y ella lo noto.

—Ey! Mad, que pasó?, ¿pasó algo ayer, cierto? —Asentí —.Pues soy tu mejor amiga arranca y me cuentas en el camino.

No dude y le hice caso, le conté todo lo que pasó ayer en la fiesta a la que fui.

Fui con mi novio Adrik, es dulce, me cuidaba y me defendía, yo lo apreciaba, ayer todo iba bien, de hecho era más que maravilloso, la pasé genial hasta que decidí ir al baño y luego por una bebida, al terminar comencé a buscarlo, muy dichoso el, lo encontré besuqueandose con otra chica, le oí decir: "cariño será rápido, mi novia está aquí, así que será rápido" pero para eso ya era tarde. Me asomé y los vi desnudarse, él se dio cuenta que lo observaban y miró hacia la puerta luego de un rato de besos, yo simplemente negué lentamente y me marche lo más rápido posible de ahí. No lo quería ver, me dolía tanto, que no pensé que sería capaz de eso. Le conté lo que había pasado luego de eso con el chico misterioso.

Me duele, porque después de tanto tiempo comencé a confiar en alguien. Trate de buscar alguien que me hiciera sentir como aquel novio que no podré olvidar nunca.

Deadly LoveWhere stories live. Discover now