Que gane el mejor

26 4 0
                                    

Miré al redero y Lucas no me quitaba la mirada y al notar que me di cuenta de eso miró hacia su celular y ignoró todo. Nos mantuvimos unos minutos en el agua hablando de estupideces hasta que me dio hambre y decidí salir a comer algo y por una bebida, a lo cual me acompaño Caro. Me sequé con la toalla, comimos un poco y estaba bebiendo alcohol, al escuchar algunas voces y mirar hacia la casa, en donde se acercaban algunos chicos y chicas con cosas y riendo. Le comenté a Caro que venían más personas y que pronto me aburriría y marcharía.

—Jesu Cristo! Pero es que están ricos estos tipazos —,comenzó a ver a cada uno de los que entraban y notamos que eran de la escuela Makpoll.

Una de las escuelas más ricas a donde van los chicos y chicas más ricachones y mimados de personas muy importantes y de alto rango. Es muy lujosa la escuela, la más grande de la ciudad, no todos van a ella sin ser ricos o matarse para buscar una forma de entrar. Yo disidí no entrar en ella, ya sabía lo que me esperaba y preferí algo más normal, el hecho de tener los recursos suficiente no quiere decir que siempre hay que berrochar y irse por lo mas elegante.

—Mad? —me estruja el brazo y salgo de mi ensimasmiento.

—Ah? —respondo medio ida.

—¿Qué si me escuchaste? —en realidad no, pero si le digo se enfadara.

—Eh si, que estas babeando por los chicos estúpidos y con grandes músculos de la escuela Makpoll, ah, mira que es eso? -señale con mi dedo su boca -si es baba, estás babeando!

—Ay! ¿Como crees? mejor iré hablar con eso chicos lindos —se sonrojo al ver que tenía razón y muy boba tocó su boca para comprobar que no estaba babeando.

Solté una risa seguida de un pequeño resoplo.

Sí que estaba en las nubes.

—Sabes que no vas solo hablar, buscaras la forma de ligar —levanté mis cejas y mi sonrisa enserio no se podía borrar, sola la veía alejarse en dirección a donde estaba un grupo de chicos. Sin antes soltar una respuesta a mi comentario.

—No trataras de hacer amigos? —Felipe tenía su boca llena de frituras y un vaso en la mano.

—No, ya tengo amigos, eso —señale a los chicos que aún seguían entrando y saliendo —Idiotas, mimados y ricachones no serían mis amigos —reímos y hablamos de bobadas, hasta que me decido ir al baño a cambiarme.

Le voy a avisar a Caro que ya pronto me iré.

Me acerco y me alegra verla riendo y muy a gusto con eso chicos.

—Caro, ire al baño y luego me iré. Si quieres puedes quedarte y luego te recojo —algunos callaron y otros solo ignoraron mi llegada.

—Esta bien, yo te llamo, igual no te aseguro que llegue o si no te llamo, ya sabes —me abrazo por encima de los hombro y se estaba embriagado, su aliento apesta a mucho, espero y no se descontrole demasiado.

—Ey Carito! ¿Porqué no nos presentas a tu linda amiga? —era un chico moreno, de ojos café claros, su camisa le hacía ver unos músculos, sí que estaba bien hechos, su cabello era crespo y unos rulos caigan a su frente.

—Ah si, ella es mi mejor amiga Maddie, pero le puedes decir Mad —ahora todos estaban mirándome con una sonrisa, era super incomodo, no había ninguna chica excepto Caro y yo.

—Hola, Mad —contestaron en unísono.

Levante la mano en forma de saludo y brinde mi mejor sonrisa.

—Por qué no te quedas?, luego iremos a mi casa donde continuaremos la fiesta. Soy Pedro, anda —este era un chico de piel clara, ojos azules, cabello negro y muy guapo.

—Si, anda Mad, será divertido y se ve que eres muy divertida —el que habló fue otro chico, en total había cinco chicos.

—Y muy guapa —no vi quien era, pero de seguro ellos, todos rieron y asintieron. Pues no haría nada en la casa y era mejor despegar mi mente. Ya que el imbécil de Adrik me lastimó era hora de divertirse sin estar atada a alguien.

—Si claro, por qué no —brinde una sonrisa.

—Bueno si les parece vámonos a continuar la fiesta —se escuchaban las voces de muchas persona saliendo y gritando en unísono y desordenados.

—Será muy divertido, vamos recojamos nuestras cosas. Unos chicos irán con nosotras en tu auto, para que no nos perdamos —Caro jalaba de mi brazo.

Hicimos bromas y cantamos en el auto hasta llegar a la casa donde había ya una fiesta, habían autos, chicas y chicos, enamorados demostrando mucho cariño, algunos discutían. Bajamos del auto y entramos yo estoy dispuesta a disfrutar toda esta noche sin que me jodan la vida. Así me emborrache y pierda el control.

¿Que tan malo puede ser? Puedo terminar con alguien en la cama, si. Pero eso es lo de menos. Para eso son las fiesta, para despejarte de todo y solo disfrutar, salir de tu vida, cuerpo y solo ser alma. Al carajo, seré yo misma. Entramos a la fiesta y enseguida fuimos por bebidas, charlamos y estábamos empezando a jugar en la mesa de ping pong, colocamos unos vasos y los llenamos de alcohol.

En mi equipo está Caro, Felipe, Matías y una chica rubia y un chico Moreno. En el de Lucas, Carlos, dos niñas gemelas y otro chico.

—Que gane el mejor —Lucas me guiño el ojo.

No lo haría, no perdería soy una alcohólica. Ok eso no sonó bien.

Pero soy muy resistente y no me embriago rápido.

Empezamos a jugar y salía el que no podía tomar más, muchas personas se acercaron a ver y apoyaban, todos habían perdido. Solo quedamos Lucas y yo, falta dos vasos de cada lado y muchas personas murmurando a nuestro alrededor.

Lanzó el y yo tomé, lance yo y él tomó. Solo queda uno.

—Esperen esperen cuál es el premio? —se anticipó Carlos.

—Demuestra ser el mejor y no es humillado —respondo Lucas, con media sonrisa.

Puf tan iluso.

—Serás humillada Maddie? —hizo un puchero en forma de burla y muchos lo acompañaron con risas.

Deadly LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora