Siempre lo supe

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Harry me toma de la muñeca —. Matías trae un recogedor, ahora. Veo cómo Scarlett se apoya en Lucas y salen a la sala, seguido de el resto.

Matías trae la pala y la escoba, arrojó los pedazos de vidrio al recogedor. Me levanto mientras Matías va a votar los restos de la botella. Harry con un trapero seca el vino del piso. Mientras me voy a lavar las manos, sangre. Mierda. Seco mis manos con un papel Scott y trato de salir de ahí, antes de mostrar más drama.

Harry me toma del la mano —.Vamos a curarte.

Salimos al aire libre, nos sentamos en una sillas. Mientras Harry desinfecta mis dedos y pone curitas en ellos.

—¿Que sucedió? —. Me mira —,la verdad.

—Deje caer la botella —. Negó —Scarlett me tropezó y se me resbaló, pero fue mi culpa por no agarrarla con ambas manos.

—Sabes, me pregunto; ¿cuando dejarás de culparte por todo lo qué pasó, cuando enfrentarás a Scarlett...

—Sabes que no puedo —. Baje mi cabeza, viendo mis manos.

—Si puedes Mad, deja de verla como un jarrón y deja de ser cobarde y comienza a vivir de nuevo —tomo mi mano masajeándola.

—Lo extraño mucho, no tienes idea. Desde que se fue, no he podido vivir como antes, sabes? Cada día es peor, cada vez me hundo más quiero desaparecer yo también —.lloro. Esperando que me entienda.

Me estoy ahogando, no puedo respirar por las noches, me da miedo volver a despertarme otro día y seguir fingiendo o tal vez morir mientras duermo.

—Fue mi culpa, yo lo maté. Yo acabo destruyendo todo lo que me rodea, soy una bomba, Harry —.limpio mis lagrimas.

Harry me abraza, palmeando mi espalda con una mano y con la otra soba mi cabeza, se siente tan cálido, reconfortante. Hace años no dejaba que alguien me diera un abrazo, por miedo a romperme.

—No es tu culpa, tú no le apuntaste. El que Scarlett te odie por su muerte es inevitable, pero ya no podemos hacer nada para traerlo de vuelta —. Limpia mis ultimas lágrimas con sus pulgares.

—Gracias —le sonrió, sinceramente.

Comenzó a hablar de los mejores momentos que vivieron juntos, me reí y ya estaba más calmada cuando entramos, el sol ya se estaba poniendo.

—¿Donde estaban? Vengan estamos por empezar a comer —Theo nos alentó a entrar —. ¿Estuviste llorando? —susurro para mi y asentí, paso una mano encima de mis hombros y me atrajo a él.

Terminamos de comer gimbap hecho por Felipe.

—Juguemos a "hay alguien de aquí" —la mayoría se emocionó y acepto, me daba igual.

—"Hay alguien de aquí que me gusta" —Matías pregunto.

Si te gustaba alguien o la pregunta era verdadera para ti tomabas. Si no, no.

Scarlett, Harry, Lucas, Theo, Caro y yo tomamos. Nadie dijo nada. Cada uno tendría que suponer por si solo.

—"Hay alguien de aquí que odio" —Harry hablo esta ves.

Solo Scarlett tomó y por su puesto tenía que verme fijamente. Mire a Harry, aburrida.

—"Hay alguien de aquí que ha tenido sugar Mommy —Caro se ríe.

Matías bebió de su vaso un trago, encogiéndose de hombros, soltamos la risa, no era algo del siglo pasado, ya eso es normal. Bueno no normal, aceptable por gran parte de la población.

No preguntamos más, ya estábamos apagados. Scarlett se quejaba despacio con Lucas, diciendo que le dejara una cicatriz, que le dolía, mientras estaba arrecostada a su pecho, haciendo pucheros. Lucas trataba de decirle que no se preocupara y yo no podía dejar de mirarlos. Caro grito y pude dejar de mirarlos, pero antes Lucas me pillo viéndolos.
Carlos había mordido a Caro.

Deadly LoveWhere stories live. Discover now