Juega con fuego y te quemaras

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Lucas

Me desconocía, no se en que momento comencé a preocuparme por Maddie, cuando mi manera de hablar y mis actos se volvían desconocidos para mi a su alrededor. No era un chico mujeriego, el amor para mi era algo muy serio. Nunca había tenido novia, eso conlleva una gran responsabilidad y dedicación, y tal cosa no la tenia. Mis estudios eran mi prioridad y luego mi madre.

Que se la pasaba deprimida, culpándose por su divorcio. Cuando fue culpa de ambos, dejaron que el amor se apagara. Pero Maddie siempre está ahí, no como una chica pidiendo ser elegida, si no, mostrando que ella no vivía de eso. Como si la necesitáramos a ella y no ella a nosotros.

Cuando la comencé a conocerla más, cada que estaba con Theo, me preguntaba si pronto ella aparecería. Cuando la veía con Harry, me causaba un sentimiento que jamás sentí con otra chica, celos.

Yo sabía cuando estaba celosa por Scarlett a mi alrededor, pero quería ver cómo actuaba. Nunca me gusto Scarlett, ha sido mi amiga durante años, hace años me enteré que estaba enamorada de mi, pero no se lo pregunté y ella no lo comento, hasta este año. Justo cuando conocí a Maddie, Scarlett jamás me llamaría a atención de esa manera y se lo dije, de la mejor manera posible, no quería lastimarla, no me sale el ser así.

Maddie siempre salía con cosas nuevas, no creo que me aburra con ella o me sienta solo. Ella sabe cómo llenar esos espacios, incluso los silencios son cómodos a su lado.

Amar no es debilidad y se lo quiero demostrar, se que Scott la marco de por vida y Adrik la lastimó. Yo llegue para mostrarle la mejor parte de amar.

—¿No se están demorando mucho? —Me acerque a Theo.

—Tiene mucho que hablar, tranquilo —me senté, cada minuto revisaba mi celular. Esperando su mensaje.

Jamás llegó.

—Algo debe haber pasado —trate de salir de la habitación.

Theo y Harry me detuvieron. Algo está mal. Lo presiento.

—Ya pasó una hora y media, si no me dejan salir no respondo —los amenace.

—Tiene razón, deberíamos ir —Caro se levanto y abrió la puerta.

Salí enseguida, al llegar al salón, la puerta estaba abierta y solo estaba Tania y Franklin. Discutiendo.

—¿Y Maddie? —me acerque a su padre.

—Mandy se la llevó —remangó su camisa.

—¿Se la llevó?, ¿que quiere decir con eso? —Harry salió corriendo de la habitación.

—No podemos hacer nada, si hacemos algo nos expondrá con datos muy importantes.

¡Mierda! Maddie, ¿de que me perdí?, ¡no me dijiste las cosas como en realidad sería!

Salí tras Harry. Al llegar mi pecho subía y bajaba, ahí estaba el, viendo como una camioneta negro se retiraba.

—¿Que paso? Es la camioneta, cierto? —saque mis llaves.

—No podemos hacer nada —tomó mi brazo —Maddie lo pidió, debe tener un plan —.aseguró.

—No me importa, no la dejare a que le ocurra un milagro.

Theo llego.

—Fue Demian —Harry apretaba sus puños.

—Se la llevó esa camioneta, si vamos ahora la podemos seguir —le dije a Theo.

No hicieron nada. Mierda, ¿acaso no les importa?

—Bien si no van conmigo, iré solo —camine a mi auto.

—Buscare una pista para poder atraparlo, ustedes pueden ir.

—Si vas solo, serás un estorbo —Theo entro al auto.

Los seguimos durante un rato, salieron de la ciudad. Hasta llegar a una casa en el bosque. Parque el carro lejos de la casa y bajamos caminando.

—¿Eres bueno peleando? —le pregunté. Asintió.

—Bien, porque yo no.

Vi cómo Demian bajo a Maddie cargándola como un saco de papas. Lo mataría, lo juro. Más le vale que no le haga nada. Las luces se iluminaron, deben ser solo ellos dos. No será un problema. La chica será fácil, tal ves Demian de problemas. Pero somos dos y Maddie sabe defenderse.

—Solo son los dos. Acerquémosnos y esperemos a que bajen la guardia. Cuando la chica mo este con el, podemos entrar y luego ir por Demian —le dije.

Nos acercamos buscando en qué habitación estaban y viendo por donde y cómo entraríamos. Solo podíamos ver la sala de estar. Los cuartos están cerrados. Habían pasado unos diez minutos desde que entraron los tres a la habitación, nadie salía, me estaba desesperando. Hasta que ambos salieron, discutiendo, se les veía furiosos. Salieron afuera, entramos por la puerta trasera.

—¿Sabes la mierda que hice por ti y ahora me sales con esto, Mandy? —Demian gritaba.

Theo y yo abríamos y cerrábamos puertas. Hasta que abrí una y Maddy está ahí, sentada en una silla, amarrada, mirando a la nada.

—¿Que putas hacen aquí? Theo —lo miro enojada.

—No me dijiste nada, no reclames. Estoy enojado contigo —comencé a desatar los nudos. Cuando termine me levante —. Debemos irnos ya.

—Mierda no deberían estar aquí, lo tenia solucionado, esto podría salir mal, por su irresponsabilidad —nos regañó.

Justo ahora me importa una mierda.

Al salir del cuarto, en la sala de estar estaba Mandy. ¿Y donde está Demian? Carajo. Mire a todos lados. Manteniendo a Maddy a mi lado.

—Deberían irse, esto no es con ustedes —Mandy, trato de intervenir.

—No me iré sin ella —le dije. Ella negó y sonrió.

—Te lo dije, acabare con esto —Demian salió de nose donde.

Se dirigió hacia Maddie. Pero antes de que yo reaccionara Mandy se interpuso. El sonido del cuchillo fue seco. Todos nos quedamos paralizados por unos segundos.

—Y yo te dije que no la podemos lastimar —Demian abrió sus ojos. Horrorizado.

El cuchillo callo, lleno de sangre. Maddie retrocedió. Mandy dio media vuelta viendo a Maddie. Su mano detuvo el cuchillo, mientras Demian desordenaba su cabello y maldecía, tome a Maddie de la mano y la jale. Debíamos irnos, salimos rápido del lugar con Theo.

—Ya vienen —Theo le dijo a Mad.

—¿Quienes vienen? —le pregunté.

—La ayuda —Maddie no dejaba de ver la casa.

Theo salió corriendo hacia donde se suponía que venían todos. Mientras que Maddie apenas podía caminar. Las marcas de las sogas eran visibles.

—Debiste escucharlos, Lucas —reprochó.

—Te lo dije Maddie, juega con fuego y te quemaras —Demian apareció, con un cuchillo.

Me puse al frente.

—Apártate, Lucas. No sabes nada —me amenazo.

Se abalanzó contra mi y antes de que pudiera hacer algo. Maddie se interpuso entre ambos.

Deadly LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora