Que pesadilla

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Ser rico es algo bueno como malo. Si hay privilegios; ropa, joyas , dinero, viajes y hacer muchas cosas geniales pero todo eso se va cuando tienes responsabilidades y asuntos más importantes que los caprichos. Agradezco ser una persona con muchos recursos y que nunca me falta nada, pero a veces tengo que hacer cosas las cuales no quiero hacer, pero es mi deber ser linda y una dama al frente de las cámaras y odio eso.

Tania dice que soy una chica, rebelde y poco dama pero eso no me importa, ¿de qué te sirve ser una dama? Pregunta capciosa, ¿la damas lideraron, ascendieron, triunfaron siendo damas? Pues la respuesta es sencilla no. Tuvimos que ser más como los hombres para poder alcanzar muchas de las cosas que tenemos, de que se nos tratara igual que a los hombres, no dejamos de ser damas por que dejamos de usar vestidos, por nuestro vocabulario obsceno, por hacer cosas que solo los hombres deben hacer y no las mujeres. Patrañas, nosotras hemos demostrado que podemos ser damas y lideres al mismo tiempo, lidiamos con tantas cosas, superamos todo el peso que tenemos que cargar solo por ser mujeres, tenemos que soportar los insultos y piropos inapropiados porque si no somos groseras.

La sociedad es una mierda, el ser humano es tan incomprensible y nunca está satisfecho con nada, siempre busca más, más avaricia, codicia, poder, pronto eso nos destruirá y será muy tarde para que nos podamos detener. En fin no me importa desafiar a mi madre, lo he hecho y lo seguiré haciendo, sin importar las consecuencias de mis actos.

Me levanté para ir a buscar algo de tomar, necesito tomar algo. Al entrar nuevamente a la casa avance más rápido para que nadie me viera ir a la cocina. Pero como la suerte está de mi lado fui llamas por uno de mis ancianitos favoritos, bueno no eran ancianos pero así les digo jugando. Me llamo los miembros de mi nuevo clan, eso es muy chistoso sin duda alguna fui enseguida. Al llegar con una gran sonrisa la cual se me borro más rápido que cuando vez un espíritu.

—Harry debes conocer a Mad ella es la mejor —habló el señor Osvaldo, sus ojos azules lo invitaron a que me encontrara con su mirada y de inmediato la sonrisa que está en el rostro de Harry para mí sorpresa no se borro solo se hizo más grande. que arrogante.

—Mad, acércate —esta vez fue el señor Jaime, en serio estos viejitos me van a matar antes de que ellos sufran de un paro.

—Si, ya nos conocemos —me anticipo hablar.

—Mucho mejor, son unos chicos jóvenes y llenos de mucho energía —en ese momento sonó una canción lenta que al ver la cara de estos hombres sonrientes, espera falta uno.

En ese momento me di cuenta que faltaba Gregorio quien venía desde la orquesta con una sonrisa, al parecer ellos planearon esto, Ay! viejitos son demasiado traviesos para su edad

—Uy! que buena canción no te parece, Harry? —.preguntaron a él.

—Lo es —contestó él con una sonrisa, ay no por favor que no haga lo que pienso que va hacer.

Tragame tierra. Solo hasta que termine esta pesadilla.

Lo empujaron a mi.

—Deberías sacar a bailar a las damas, es muy descortés no hacerlo —Todos esperaban una respuesta o al menos una acción, no me moví solo me quedé paralizada como una estúpida, sería sin saber que hacer, no podía ser grosera.

—¿Bailas? —extendió su mano derecha hacia mi esperando a que yo la tomara.

Al no responder ni tomar su mano, Osvaldo pasó por mí lado y me dio un pequeño empujón haciendo que la tomará.

Estúpido, pensé.

Él apretó mano y me guió a no se donde, di la vuelta mirando a los hombres que me metieron en este enrollo, achinando los ojos y negando lentamente pero ellos solo me levantaron los pulgares y me sonrieron, esto no es como en sus tiempos, que bailaba, se enamoraban y se casaban no. Éste es un un siglo más avanzado, estamos hablando de la generación z, ojalá fuera así de fácil. Me llevo a la parte donde la orquesta estaba sonando y varias parejas están ya bailando, yo no quería bailar menos si era con él, quiero llorar pero de la impotencia que me causa que las cosas sean así.

Es que nada normal me puede pasar, nada en mi vida lo es y en parte lo agradezco ya que lo normal es aburrido.

Me arrastraba de la mano y al llegar se detuvo y se giró, tomando mi otra mano. Colocó una sus grandes manos en la parte baja de mi espalda, haciendo que mi cuerpo esté mucho más pegado al suyo, su otra mano me sujetaba y nos comenzamos a mover, bueno más bien él comenzó y me insistió de forma forzada hacerlo.

Tenía una sonrisa en su rostro, como si le encantará verme enojada, seguro y si.

Podía sentir el calor que emanaba su cuerpo, sus manos calientes, en mi cuerpo sentí miles de choques, mis células se movían como locas buscando la calma para no enloquecer de rabia o de será de lo bello que se veía desde mi punto de vista. Alce la vista y note de muy cerca, sus ojos color negro como la noche oscura y solitaria, su cabello revuelto con alguno de sus mechones en su frente, su nariz fileña, su perfil duro y suave, sus labios rosados y carnosos, se veían tan bien.

Ohh Dios que me pasa? Estas loca? No no controlarte mujer, dónde están los ovarios de los que hablo Caro, claro esos mismo, ahora baila sin mirarlo por que te vas a desconcentrar y ser torpe. Rodé los ojos y el lo noto soltando una silenciosa risa forma de resoplo, mire al lado izquierdo y ahí estaba mi madre viendo con una mirada feliz, claro estaba facilitando su trabajo, voltee el rostro y de este lado está el señor Tom quien levantó una copa ligeramente hacia mí.

—Genial —susurré.

Deadly LoveWhere stories live. Discover now