Gustos culposos

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Lucas

Recuerdo perfectamente la primera vez que la vi, llevaba dos trenzas desordenadas, unos shorts azules cortos y una camisa grande para su pequeño cuerpo, iba descalza. Cuando salió caminado por la cera de su casa hacia el auto. Le entrego la mochila de Theo a Felipe y Theo le agradeció. Lo sabía, sabía su nombre y donde vivía, quien era, no porque quisiera, pero Theo comenzó un día hablar de ella y ciertas veces la mencionaba, nunca me pareció atractiva, era una chica como cualquiera otra.

Sus ojos no eran de un color peculiar, ni su cabello, nunca la vi sonreír, no se por que, ni reír. No la vi hasta este año, casi la había olvidado por completo. Fue en el campus, ya no era una niña, maduro físicamente y mental. Aún así, no era mi tipo, nunca me imaginé besarla o tocarla, no le dirigiría la palabra si me lo proponía.

Maldita boca, termine hablándole y ella me contesto, no gentil, ni con paciencia, fue brusca y fría. Infantil.

Cuanto odiaba que me contradicieran, que me quieran llevar la delantera en cualquier cosa, que sean contestones contra mi y me tratarán de pisotear. Un completo dolor de cabeza que requería mucha atención y energía, que si tenia, pero no gastaría.

Aquella noche, estaba tan ebria que tropezaba con todo, se veía tan tierna y luego se sentía jodidamente bien entre mis manos, mientras la besaba, quería pegarla contra una pared y follarla ahí mismo. Luego lo volví hacer frente de su prima, con la intención de que tuviera más problemas, una excusa para mí, estaría en deuda conmigo, claramente la ayude. Tendría que devolver el favor, nada es gratis.

O el beso en cualquier caso.

Me convencí incontables veces que no sentía nada, y no sentí nada. Todo es mental, tenía que pasar y paso, sin tantas vueltas.

Aún sigo molesto, por la forma en la que Scarlett actuó aquella noche en la discoteca. Sigo molesto, por no poder hacer nada y dejar que tocaran a Maddie, cuanto detesto eso, que imbecil fue el tipo.

El instituto se ha vuelto un parque de atracciones. Tanta gente, pero esta ella.

Ni decir que carajos sucedió en la cabaña, que clase de idiota se tomo el tiempo de hacer semejante bobada. Lo que sucedió antes de eso, mucho antes de llegar a la cabaña.
En realidad no tuvieron que mandarme a buscarla, yo fui por voluntad propia y me arrepentí no quería ver lo que vi, ni tocarla, ni siquiera hablarle, se veía tan vulnerable, y aún así tan pasiva, en que se metió, siempre anda causando problemas, detesto los problemas, involúcrame con alguien, amistosamente o de otras formas más. Pero ella se sigue metiendo en mis pensamientos, en mi vida personal y me está molestando.

Se está ganando mi atención.

Que año más caótico y apenas está comenzando.

¿Que haré contigo, Maddie?

Maddie

El clima era seco y cálido, estaba trminando de organizar lo que sería mis pendientes para la próxima semana en el instituto.

—Que aplicada estas, Mad —Matías toma mi cuaderno y le da una ojeada.

—Devuélvelo ya —levantó las manos y lo puso en su lugar.

Realmente no tenía ánimos, para nada.
Solo quería llegar a mi casa y descansar este fin de semana, hacer mis pendientes y descansar otra vez.

—¿Caro no está contigo? —Theo llamó mi atención.

—Es claro que no lo está. Llámala si la necesitas —finalizo y termino de anotar unas últimas cosas.

—¿Tienes tiempo hoy?, iremos a la casa de Demian a pasar el rato, luego de terminar las clases.

—Realmente no tengo ganas, tengo muchos trabajo asignado y solo dos días y esta tarde para hacerlos —tome mi liga y comencé a atar mi cabello en una cola de caballo.

Que más quisiera yo que no tener que hacer nada y solo pasar el rato.

—Vamos, prometemos ayudarte —Theo insistió. Aún así no podía fiarme.

—Uno de los chicos está estudiando tu misma carrera, seguro ya dio esos temas, podría ayudarte si se lo pedimos —Demia apoyo sus brazos en la mesa, encogiendo los hombros y sonriendo.

La verdad eso sería como un milagro ahora, aún hay muchas cosas que no sé y no me haría mal un poco de ayuda experta ahora. Son lujos que verdaderamente no me puedo dar ahora.

—Bien, más les vale que sea cierto. Me enojare con Theo si mienten —. Asintieron y nos pusimos en camino.

Me arrepiento tanto de la decisión que tome hace pocos minutos. La persona con la que menos deseaba interactuar, era mi "salvación" para este semestre, asombroso! Que detalle más bello, gracias de verdad.

Lucas sería mi guía tutor en este tema.

Era sencillo, debía presentar un proyecto el cual sería expuesto al frente de todos. Presentando un producto, App o solución a un problema social, debía abordar todos los temas claves y ganarme al cliente.

—¿Sabes los pasos esenciales para comenzar? —Rompió el silencio en la sala de estar. Calle por un momento y volvió a hablar. —¿acaso los sabes o pretendes no saberlos? —.cruzó sus brazos aún de pie observándome.

—Los se, solo me confundo con ciertas cosas.

—Te pondré unos ejercicios —tomo mi cuaderno y comenzó a escribir.

Me entrego los ejercicios, curva de la demanda, desplazamiento, movimiento, elasticidad con y sin impuestos. Los hice, como creí que era correcto.
Lo que no sabía era si las fórmulas estaban bien. Le entregue el cuaderno.

Por un momento lo medito, con su ceño fruncido.

—Aquí está mal —señaló —,debe ser el inicial con el nuevo valor.

Lo corregí y no dijo nada. Estaba bien. Me ayudo con unos ejercicios de la balanza de pagos. Era muy inteligente, cualquier cosa que le preguntaba lo sabía. Le queda bien lo arrogante.

—De nada —habíamos terminado.

Este tipo es increíblemente molesto. Me saca de quicio.

—Que desagradecida —.Soltó sin más. Me volteé, levanté mis cejas y abrí mi boca.

—¿Desagradecida?, ni siquiera me he ido, es obvio que te iba a agradecer—.Me acerqué, con distancia prudente —¿acaso crees una desagradecida? —le pregunté.

—Recibes ayuda y no te molestas en agradecer —, se acerca a mi, quedando mas cerca —que educada eres Smith —siento su aliento cálido cerca de mi cara, me hierve la sangre.

—Hablamos de modales ahora, Wellsley? —me acerco a su oído, de puntillas, aunque no logro a alcanzar lo, es suficiente, trato de no tener contacto con él —, no eres el más indicado para tocar el tema. ¿Acaso me darás clases de modales?

No. te daría unas buenas nalgadas.

Entre abrí mi boca y volví a caer sobre mis pies, quedando de frente con el nuevamente. Mi cara ardía como no se imagina. ¿Que le pasa?, ¡cual es su problema!

Dijo, ¡que me quiere azotar!

Mientras procesaba lo que acaba de salir de su boca, veo una sonrisa de satisfacción en su rostro, sabe que gano. Me dejo callada, ni yo me lo creía.
En ese momento se escucharon pasos y la voz de Theo sonó.

—¿Terminaron?

—Si, debo irme antes de que se haga más tarde —me gire y salí de la sala y luego de la casa.

Enojada conmigo misma y con Lucas.

Theo me llamo, la idea era quedarme, pero no compartiría espacio Justo ahora, luego de que Lucas me dijiera eso.

Deadly LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora