Deadly Love

Dinner in the livingroom

Al final tiene razon, los encuentros que hemos tenido han sido gracias a mi imprudencia y mis impulsos sexuales.

—Y tu bravo, cierto? —acentue con sarcasmo.

—Para nada —. aun estaba en el marco de la puerta con las manos en los bolsillos de su pantalon. Serio—. Aun me debes algo... —frunci el ceno y el explico —. Perdiste el juego, se que fue intencional, pudiste ganar y el hecho de que hayas mentido, me choca...— relami mis labios, atenta, luego continuo —, con mas razones cumpliras mi peticion, ahora.

—¿Cumplir tu peticion?, ¿ahora? —me rei.

Claro que lo haria, solo me encanta llevarle la contraria.

—Vamos, se que eres impredecible, harias cualquier cosa por mantener tu palabra y orgullo —.se adentro en la habitacion, cerrando la puerta con el pie. Mire la puerta y luego a él que ya se encontraba a centimetros de mi —¿No es así Smith? —les juro que mi apellido jamas, sono tan bien hasta que él lo pronuncio.

—Asi es...

—Te gustan los juegos del rol y el masoquismo. Tengo razon de nuevo, no? —.pregunto, con una media sonrisa, viendome desde arriba.

No me pregunten como sabia eso, solo espero que lo sepa el y nadie mas, si no sera mi fin.

—¿A que vienen tus pregunta?, solo di lo que quieres que haga —. bajo un poco la cabeza. esperando que le dijiera algo mas —, si, puedes ser directo, solo habla.

Dios! esta intriga me estaba matando. Queria que me dijiera ya, porque si, desde hace un tiempo me di encuenta que tenia una debilidad por el, pero no lo diria ni lo aceptaria. No, no estaba enamorada, siendo sincera creo que era algo ligado más al deseo. Era más un juego y estaba dispuesta a poner todas las cartas en la mesa, para jugarlo y ver su resultado final.

—Durante la cena te pondras esto, si logras disimularlo bien. Te dare o hare lo que quieras —estendio una caja, lo mire y mire la caja. La abri y sonrei luego infle mis mejillas.

—¿Con que una peticion?, ¿No sera mas un deseo tuyo? Wellsley —.lo mire y incline mi cabeza un poco hacia un lado.

—Llámalo como quieras, te lo dejo a tu imaginacion... —se acerco a mi oido susurrando. Su aliento caliente choco con mi oreja y sus labios rozaban gentilmente mi oreja. Casi cierro los ojos para poder disfrutar de su voz profunda, pero me di una cachetada mental —. o tal vez te quede muy grande. Solo quiero saber de que eres capaz.

Se separo sonriendo. Maldita sea! queria quitar esa sonrisa de su cara o tal vez queria que fuera más grande.

—Necesitas ayuda o puedes sola? —se sento en mi cama y estendio sus piernas al piso y sus manos por detras de su cuerpo sosteniendolo.

Mantente enfocada, deja de pensar tanto en lo que no deberias.

Me veia, esperando. Entre al baño de mi cuarto y me apoye al lava manos. Debo de terminar de enloquecer, si no me importara tanto la opinion de otros, seguramente me hubiera tragado mi urgullo y no cederia. El esta empezando a descubrir cosas que ni yo me e atrevido a hacer, me ha estado estudiando. Esto es muy malo. Agradeci que llebava una falda negra. Pero claro, aqui estoy, mojando un maldito vibrador para metermelo y comer con un monton de gente como si nada pasara. Se sentia frio e incomodo al caminar. Tome una respiracion y sali del baño. El estaba en su celular apoyado con el antebrazo en mi cama aun.

Es que es liso, el lindo.

Pero imposible negar que cada que lo veia en traje negro se me revolvia el estomago.

—Bien y que tal? —levanto la vista, con su mirada neutra —le quite el sonido, no habra problema.

—Oh, que bien! fantastico. Que amable de tu parte! Wellsley —fue sarcastica —ahora salgamos antes de que comiencen a comer y se pregunten por nosotros —se incorporo e la cama y yo fui a tomar mi telefono en la cama.

De repente senti una punsada en mi parte baja, apreté mis labios y las piernas. Apoyandome en la cama. Baje la cabeza y termino. Tome mi celular y lo mire, estaba justo a mi lado.

—Suerte con no gemir durante la cena —quito parte del cabello que me tapaba la cara y lo puso detras de mi oreja —aunque sería una dicha escucharte.

Se levanto y yo tambien. Le dedique una mirada de rencor. Comenzamos a salir. Yo caminando adelante, me estaba mentalizando de lo que iba a pasar. A la mitad de las escaleras comenzo de nuevo y putas que no podia caminar con eso, me apoye a la baranda y el paso a mi lado.

—¿Necesita ayuda senorita Smith? —me mordi el labio y le aprete el brazo me miro finjiendo sorprensa.

—¿Dejaria que baje las escaleras sin poner a vibrarlo o quieres que me caiga y muera? —Le sonrei "amablemente" y el me imito.

Pude bajar las escaleras sin que lo pusiera a maquinar. Para mi suerte apenas estaban sentandose. Me queria sentar donde no tuviera cerca a ninguno. A ninguno me refiero a Lucas, Harry y Tania. Pero Lucas no me permitio, me tomo de los hombros y me sento al lado de Tania y el se sento a mi otro lado. Ahora si, me declaro muerta. Como se supone que me voy a controlar y mas teniendolos a ellos tan cerca. Lo mire y el me sonrio, cualquiera se creeria que es un pan de Dios el muy condenado.

Agradecida con el de arriba que no habia hecho nada, yo no habia dicho ni una palabra durante toda la cena, pero aqui se venia el desastre.

—¿Mad que has pensado de ir al viaje con Harry? —Tomas que estaba al frente de mi me miro esperando por mi respuesta.

—No, tengo un proyecto importante de la universidad, lo siento —dije con una sonrisa.

—Es una lástima, pero veo que se llevan bien, no?—me sobe el cuello. —Tania y yo estabamos hablando y creemos que ustedes harian una buena pareja, se podrian ayudar mucho en un futuro —no, señor, no lo creo.

Desde el segundo que dijo pareja el vibrador comenzo a hacer su trabajo. Puse mis manos en mis muslos y los comence a apretar. En un intento de que no se me saliera aprete las piernas aun mas.

—¿Tu que crees? —Señor creo que deberia callarse la boca ahora mismo y no, no estare con su hijo solo porque tú y Tania crean que "hacemos bonita pareja", por su culpa el maldito vibrador que tengo, no para, me estoy volviendo loca.

Obviamente no le dije eso, como me hubiese encantado.

—No creo que... eso sea posible.—maldito le estaba subiendo la capacidad —yo soy muy dedicada a lo mío, las parejas... —mierda —pasan a un segundo plano para mi—se detuvo. Graciassss.

—Tienes razon. Es una nueva generacion, aun no me acostumbo.

Era obvio que no todos estaban escuchando la conversacion, el resto hablaba entre si.