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Seungcheol no es fan de las manualidades, así que, cuando tiene que hacer una pequeña caja de palillos para fomentar su convivencia con su hijo se encuentra con el desagradable pegamento en sus manos y hojas de papel pegadas a la mesa por su descuido, también hay crayolas de distintos colores rotas y aplastadas y Dino...Dino está haciendo su casita perfectamente tranquilo sin que nada lo distraiga.

Seungcheol lo observa por un largo rato tratando de averiguar cómo colocar la pieza en la que lleva estancado cinco minutos y que Dino ya solucionó, no entiende como un niño de cuatro años tiene más control motriz que él quien es un adulto pero está completamente seguro de que es injusto. Sus padres nunca hicieron algo parecido con él, así que tiene esa excusa aunque nadie se la esté pidiendo.

Levanta la mirada y encuentra a Jeonghan quien los observa desde lejos, tiene una pequeña sonrisa cotidiana y se ve adormilado. Seungcheol hace un puchero intentando colocar la pieza y sus manos tiemblan innecesariamente.

—Tu puedes, papá.— Le dice su pequeño niño intentando calmarlo. —Piensa que estás en un terremoto.

—¿Por qué debería pensar eso?— Pregunta mirando al niño pero este lo obliga a regresar su mirada a la casita. —Mis manos son demasiado grandes, por eso no puedo hacerlo.— Suspira.

—¡Tu puedes hacerlo!— Casi le grita el niño. —¡tus manos son perfectas!

Seungcheol suelta una pequeña risa y escucha la de Jeonghan, alza la mirada y este ya se encuentra cerca de ellos mirando con atención. Seungcheol ahora siente la presión de su esposo y su hijo mirándolo, ambos esperan ansiosos a que ponga esa pequeña pieza que falta y Seungcheol sigue temblando. Se imagina en un terremoto como le dice Dino sin saber en que ayudará.

—Vamos, Cheollie.— Dice Jeonghan sin apartar la mirada.

No consigue dejar de temblar aunque está comenzando a acercar la pieza con sumo cuidado, el terremoto no le ayuda lo suficiente aunque comprende un poco el punto de Dino. Deja de respirar por un momento prestando suma atención mientras que la pieza se acerca a un más. Se queda callado por varios segundos. Y por fin pone la pieza.

—¡lo hice!— Grita apuntando la pieza y Jeonghan le sonríe mientras Dino grita feliz. —¿lo viste, Hannie?

—Lo vi, Cheollie.

—¡Papá lo hizo!— Gritó Dino más emocionado por la casita de su padre que por la propia.

Jeonghan asiente sin perder su sonrisa mientras que Seungcheol celebra con el niño.

Ah, ojala Jeonghan no tuviera que limpiar el desastre.

Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora