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Seungkwan pintó todo el piano de Woozi. Hay manos diminutas por todas partes, incluso en las teclas, pintura en un piano que es blanco. BLANCO. Y Hoshi no sabe que hacer, no quiere que regañe a Seungkwan y él no quiere regañar a Seungkwan, el niño se veía tan ilusionado cuando terminó que Hoshi solo le dio dulce y lo mandó a jugar con la rata ¿Qué va a hacer ahora? En cuanto Woozi entre por la puerta va a molestarse.

Hoshi debió regañar a Seungkwan, pero no puede, su pequeño se veía tan emocionado que regañarlo ahora le rompería el corazón a ambos, pero ¿Cómo va a arreglar el piano? La pintura no sale aunque Hoshi talla la pintura con una toalla húmeda y su propia fuerza. Ah, Woozi va a enojarse.

Antes de que Hoshi pueda pensar en una idea la puerta se abre.

—¿Qué...?

—¡Sorpresa!— Grita tomando a Woozi de los hombros y llevándolo más adentro, ni siquiera lo deja terminar su pregunta. —¡Yo...decoré tu piano! Se veía muy blanco y esta habitación es pura luz, solo pensé que debía molestarte los ojos mirarlo siempre.

—¿lo pintaste tú?— Pregunta Woozi señalando las manitas. Hoshi asiente. —¿tú pusiste todas estas manos?

Hay silencio.

—Si... fui... fui yo.

Woozi asiente tomándole la mano y colocándola sobre una de las manitas, obviamente no encaja. Carraspea mientras piensa algo mejor, podría decir que las dibujó una a una o que tomó prestada la manita de Seungkwan... Woozi entonces compara su propia mano con la pintada y con la de Hoshi.

—Nuestras manos no encajan... ¿me dirás que la pintaste mano a mano?

—Si... lo hice...

Entonces Woozi se ríe comenzando a negar y toma a Hoshi de las manos para besarlo, y quizás Hoshi no este funcionando bien... ¿y si el golpe que recibió fue tan fuerte que lo dejó inconsciente? ¿esto es un sueño? Pero los labios de Woozi se sienten reales y hay mucha amabilidad en el gesto... ¡¿SE ESTÁ DESPIDIENDO?!

—Mentiroso.— Le dice Woozi pero le da otro beso y Hoshi ya no sabe que pensar ¿si es su Woozi? —Jeonghan me habló hace unos minutos para advertirme. Llegue tarde. Seungkwan tiene las manos llenas de pintura.

Hoshi hace un puchero abrazando a Woozi.

—Lo siento por mentir, pensé que ibas a enojarte.

—No. Seungkwan es un niño, sería raro que no hiciera este tipo de cosas. Es parte de tener un hijo ¿no? algunas cosas solo... pasan.

Vuelve a sonreir completamente enamorado de su esposo y le da otro pequeño beso, y despues lo suelta para caminar a la puerta.

—Voy a limpiar a Seungkwan, está repleto de pintura.

—Hablando de eso...

Hoshi sale y en cuanto lo hace ve la razón por la que Seungkwan está tan callado.

—¡Mi tigre! ¡Seungkwan!

—¡Regalo para papá Hoshi!

—¡Es parte de ser padre!— Grita Woozi.

Y ahora Hoshi entiende porque Woozi no se molestó con Seungkwan... Sin embargo...

—¿Por qué esta mano es más grande?... ¡Woozi!

—papá Woozi lo hizo por accidente así que hicimos todo el tigre, de regalo.

Ah...

—¡Pintemos el oso de Kwannie!

No serán los únicos en eso.


Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora