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Cuando Seungcheol llega a casa y abre la puerta no puede evitar sorprenderse, hay legos por todas partes, grandes y enormes construcciones de legos y Kkuma está en una jaula hecha de ellos, aunque ella parece tranquila. También hay pequeños civiles en sus pies y hay edificio y aviones colgando del techo ¿Cuándo hicieron todo esto? De pronto su apartamento se ha convertido en una minicivilización de legos.

—¡Alto allí! ¡Necesitas pasaporte!— Grita Dino parándose frente a Seungcheol en un abrir y cerrar de ojos. —Debo asegurarme de que estés de lado de los legobedientes!

¿Lego...qué? Dino comienza a revisar a Seungcheol dándole palmaditas por todos lados ¿Qué se supone que estuvieron haciendo todo el día? ¿y que crimen cometió kkuma para estar encerrada? Dino tiene un gorrito y un traje que se asemeja a un uniforme, Seungcheol sabe que ese es el traje formal del niño, lo que no sabe es porque lo lleva puesto ¿y dónde está Jeonghan? No puede verlo por ninguna parte.

—Bien, papá registrado como parte de los legobedientes, puedes pasar con una visa de turista. Toma tu voleto.— Dino le da un pequeño papel.

—Oh... gracias. ¿puedo solicitar un guía turístico?

—Sip. Estás en la ciudad de los legobedientes, aquí queremos dejar la ciudad así hasta el cumpleaños del presidente, Dino.

—Aun falta para tu cumpleaños... mucho... Para el cumpleaños del presidente Dino...

Dino lo mira con los ojos entrecerrados tomándolo de la mano para llevarlo dentro de la ciudad.

—¿no estarás en contra de los legobedientes, verdad papá?

—Ah...— Titubea.

De pronto el sonido de la aspiradora al fondo del pasillo comienza a escucharse y Kkuma comienza a ladrar y a ponerse de pie, entonces ella corre echando abajo su jaula y algunos de los civiles junto con edificios pequeños.

—¡No! ¡Consiguieron liberar a la bestia!— Grita Dino. —¡Los legobandidos atacan!

¿Qué? Kkuma corre entre los edificios tirándolos abajo y Dino corre detrás de Kkuma, tirando también algunas cosas. Y de pronto un carrito de juguete a control aparece del pasillo con varios legos piratas y prisioneros encima de él, atacando la ciudad y a los civiles. Definitivamente es un ataque.

—¡Si los legobedientes se rinden y le dan el control de la ciudad a los legobandidos pacíficamente daremos a cambio la libertad del osito de peluche!— Jeonghan grita sin dejarse ver. Bien, en ese punto a Seungcheol solo le queda una opción.

—¡Kkuma, Jeonghan está allá!— Seungcheol apunta al pasillo para que kkuma se vaya ladrando. Escoge un bando que quizás traicionará pronto.


Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora