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Seungkwan es apenas un bebé, apenas camina tomado de la mano y se tambalea, pero es bonito, Seungkwan es un bebé sumamente bonito y perfecto, y por eso Woozi no puede entender porque nadie de su familia quiere verlo. Tan pronto como llegó a la casa de sus padres nadie quiso verlo, sus padres apenas, pero sus tíos y primos decidieron solo irse. Y sabe la razón. Decide ignorar eso y pasar los pocos días de vacaciones que tiene con Seungkwan, Hoshi lloriqueó por no poder ir así que Woozi tiene que disfrutar este viaje.

Solo que nadie se ha acercado a mirar a Seungkwan. Ni los amigos que solía a tener en la escuela, ni los amigos que tenía de vecinos, ni su familia, solo sus padres. Y mientras Woozi tiene sentado a su bebé en sus piernas y este se come su pedazo de manzana mordisqueándola con distracción Woozi no puede evitar pensar que nadie quiere a su hijo.

De hecho, su familia ni siquiera reconoce que Seungkwan es su hijo, sus tios y primos se refieren a Seungkwan como hijo de Hoshi, porque fue Hoshi quien fue el donante de esperma. No Woozi. Pero aun así Seungkwan es su hijo. Su familia está decepcionada de que Woozi no haya tenido hijos con una mujer y se hubiera casado y formado un hogar a lado del de sus padres y sus tíos.

Los bisabuelos de Seungkwan tampoco quieren verlo. Vino de visita a casa y nadie se presentó aunque solo fue hasta ese lugar para presentarles a Seungkwan. Llamó a sus amigos para que fueran a verlo, y a su familia, pero de nuevo, nadie fue. Y ahora solo ve la carita de su hijo mirándolo de vuelta, sin saber que nadie en ese lugar quiso verlo.

La gente sigue diciendo que Seungkwan no es su hijo.

—Que digan lo que quieran.— Le dice a Seungkwan rozando su nariz con la propia. —No necesitamos a nadie.

Seungkwan se ríe llevando sus manos hasta el rostro de Woozi, tocando sus mejillas y dando pequeñas patadas.

Fue un error haber dejado a su esposo solo para presentarle a su hijo un montón de gente que no vale la pena, y que ni siquiera le importa, Woozi no debió hacerlo pero al menos ahora sabe que no debe sentir pena ni tristeza por dejar una casa que no lo quiere, porque si lo quisiera querrían a su bebé. Tiene que tomar un tren de vuelta a casa y torturar a los pasajeros con el llanto de su hijo.

Nunca va a volver, porque Seungkwan no merece ningún rechazo. Woozi no va a tolerar ni un pequeño error respecto a su bebé.

Excepto a Suni, su amiga de la infancia que no puede ir a ver a Seungkwan porque está de viaje de negocios. Supone que ella es inocente.

Woozi parpadea varios segundos mirando el mensaje en su celular, es todo un grupo donde mandan mensajes y es molesto, ya se salió tres veces pero siguen metiéndolo allí, y estuvo a punto de bloquear al contacto, pero supone que no puede bloquear a su mamá. De cualquier forma no se molesta en ver los mensajes y solo se concentra en la lección de piano de Seungkwan, su niño tocando por fin una melodía coherente.

El titulo del grupo es familia. Solo eso, y al parecer van a hacer algo para sus abuelos, una fiesta o algo así, no le importa pero está allí porque los mensajes no dejan de sonar y su madre no lo dejará en paz si los bloquea a todos. Su "familia" quiere hacerle un mural con las fotografías de todos sus hijos, nietos y bisnietos, así que pasan fotografías por el grupo, desde sus primos hasta sus sobrinos a los cuales no conoce aunque son un poco mayores que Seungkwan.

Espera que su madre no quiera que intente pasar una fotografía de Seungkwanie, su familia había dejado claro que no quieren nada de él.

"¿entonces ya están todos?" Pregunta una de sus tías.

"Falta una foto de Seungkwannie" Responde su madre.

Woozi mira a Seungkwan en sus piernas y le da un beso sobre su cabello, escuchando las notas desafinadas del piano. Seungkwan alza el rostro y le da otro beso en la frente, abrazándolo. A veces duele un poco que no quieran a su hijo, pero se convence a si mismo que no necesita a nadie más.

"¿Quién es Seungkwannie?" pregunta uno de sus primos.

"El hijo de Jihoonnie"

"¿tiene un hijo?"

"Tiene cuatro años. Es un amor." Los mensajes de su madre a menos lo animan un poco. "Jihoon, manda una foto de Seungkwannie, para el mural."

Se queda mirando los mensajes y despues mira a Seungkwan por un largo momento, Seungkwan tocando ahora teclas al azar. Entonces sonríe. Bien, mandará una fotografía. Busca en su galería encontrándola de inmediato.

Es solo una fotografía de Seungkwan, con él y Hoshi, una fotografía familiar.

La manda al grupo y despues deja de lado su celular, picando teclas al azar como Seungkwan, jugando con el niño a perseguirle los dedos en el piano.

No le importa lo que respondan.


Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora