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Hansol se rompió, no literalmente, su hijo solo dejó de funcionar cuando una señora le dijo en la fila del supermercado que no puede tener dos papás. Minghao no sabe que decir, bueno, no puede decirlo y tampoco quiere porque aun no habla del todo bien, sigue olvidando las palabras y tartamudea cuando intenta juntarlas rápido, así que solo dejó pasar el incidente.

Fue un poco extraño, esta mujer se lo dijo solo porque Hansol estaba comprando dos huevos azules que serían padres de un huevo rosa. La señora le preguntó si el huevo azul y el rosa eran los padres del otro azul y Hansol respondió que no, que los dos azules eran padres del rosa, entonces ella dijo eso y no quedó tiempo para aclararlo porque era su turno en la fila. Pero Hansol lleva roto unos minutos.

Si estuviera Jun le diría que le explicara a Hansol lo que sucede pero su esposo está en el trabajo y Minghao tiene que empezar a hacer las cosas solo de nuevo.

—Hansol.— Llama a su hijo pero este sigue roto. —Sollie...

Ya no están en el supermercado, están en el parque y Hansol sigue pensando en eso. Hasta que aparta la mirada y la conecta por fin con Minghao, eso es un alivio.

—Papá. Lo siento mucho.— Dice Hansol tomándolo de las mejillas y Minghao no lo entiende. —Lo siento. Mamá. — ¿Mamá? —Acabo de entenderlo todo.

¿Qué entendió? ¡No! Sabe lo que sea que haya entendido no es bueno, y lo peor es que no puede explicarle porque cuando se pone nervioso no puede acomodar sus palabras.

—Hansol, no, no, mamá no.— Comienza a hacer equis con los brazos intentando aclarar el malentendido.

—Shhh...— Hansol le pone un dedo en los labios. —Lo entiendo, no se lo diré a nadie. Ni siquiera a papá.

—No, Hansol.— Vuelve a hacer lo mismo entendiendo por fin al niño. —No... mamá no, no hay...

—No puede haber dos papás, mamá.

¡No! ¡¿Cómo le tiene que explicar al niño?! ¡Claro que puede haber dos papás! ¡La señora solo es una...! Minghao debería guardarse esas palabras al fondo de su cabeza, pero ahora necesita explicarle a su hijo que él no es mamá.

—No, papá.— Se apunta a si mismo, bueno, se da golpecitos insistentes en el pecho. —Papá.

—Está bien, mamá, no te diré mamá enfrente de papá.

—¡No! ¡Hansol! Dos papás.— Alza dos de sus dedos y Hansol niega.

—Solo puede haber un papá. Tu eres mamá. Ya lo entendí.

¡¿Por qué su hijo es tan necio?! Eso lo aprendió de Jun, está seguro, o de Mayonesa, la gata continua durmiendo sobre sus pinturas asi que es igual de necia.

—Hansol, no, soy hombre.— Le aclara porque es la única forma que encuentra para hacerlo. Y espera que sea la palabra correcta.

—Lo sé, mamá.— Responde Hansol. —Eres niño y papá también, pero no puede haber dos papás asi que uno tiene que ser mamá, y tu eres mamá porque primero nació papá. Así es la cosa. Si naces despues eres mamá.

Eso ni siquiera tiene lógica, pero al menos su hijo no piensa que es mujer. Suspira llevándose una mano al rostro y Hansol sigue frente a él tambaleándose de un lado a otro como lo suelen hacer los niños.

Y hace un puchero porque no quiere ser mamá. Bien, que se lo explique Jun.

—Hansol, Jun mamá.— Le dice al niño y este abre los ojos con sorpresa.

—Pero papá no puede ser mamá.

—Ajá, si puede.— Asiente. —mamá primero.

—¿la mamá es primero? Ah... entonces papá es mamá... uh... Bueno.

Y Minghao suspira.

Ahora es problema de Jun.


Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora