|Lo dejaría todo| Christopher Vélez

Capítulo 5

Christopher's POV.
¿Olvidarla? La chica sí que me la había puesto difícil, sus ojos estaban grabados en mi mente, y tenía razón, me había dado la oportunidad de analizarla, el tatuaje en forma de rosa en su cuello sería una pista clave para buscarla, es cierto lo que le había dicho, no sabía que me hacía querer conocerla, saber de ella, tal vez lo misteriosa que es, lo agradable que se escucha su voz, todo, ¿Qué podía hacer para convencerla? Tenía todo el derecho y la razón para querer ocultar su identidad, tan solo lo que Zabdiel me había dicho era suficiente para tener claro que Pantera no estaba en el mejor de los conceptos, pero a mí ni siquiera me importaba, ni lo que dijeran de Pantera ni mucho menos lo que dijeran de la chica que está detrás de ella.
Caminé hacia mi auto y saqué la cartera, la había olvidado, por eso salí de la suite y por suerte llegué a tiempo para evitar que ese imbécil abusara de la chica.
Volví al ascensor y subí para reunirme con los demás, estaban bastante ebrios, en especial Zabdiel, sí que se había dado la gozada de su vida, mañana hablaríamos mejor.

|Al día siguiente|

Zabdiel se había quedado a dormir en mi casa, anoche estaba tan borracho que no sería capaz de pensar con claridad.

- Me mata la cabeza - Se quejó mientras frotaba sus ojos.
- Lo imaginé tigre - Dije riendo.

Él había llegado hasta la cocina, en donde la señora Deni había dejado el desayuno listo y dos pastillas, ella siempre tan prevenida, trabaja en las labores del hogar desde que adquirí este lugar.

- Dime que no hice estupideces ayer - Pidió.
- Bueno, te bailaron como tres chicas en la cara, te tocaron el miembro, y oh sí, no parecías arrepentido - Dije sarcástico.
- Vaya, ¿Se supone que debía lucir así? -.
- Pantera tenía razón, estabas menos preocupado que yo -.
- Sí recuerdo aquello, y espero que hayas podido ver cómo me bailo de cerca, Dios, esa mujer está como quiere -.
- Me dejó acariciar su cintura hermano, dímelo a mí - Mencioné con una sonrisa.
- Bendita tu suerte, jamás ha hecho eso, ni siquiera lo hizo por mí -.
- Y eso me alegra, de otro modo creo que sentiría envidia -.
- Vamos, no me digas que ahora no lo olvidas - Comentó burlón.
- Pues no, no saco su mirada de mi cabeza, cierro los ojos y ahí está, pero ella piensa que no debo estar cerca - Confesé.
- ¿De qué hablas? - Él se sentó y me prestó atención.

Entonces le conté el incidente con el tipo que quería lastimarla.

- Creo que tiene razón con lo que te dijo, deberías estar agradecido por eso - Aseguró.
- ¿Qué dices? -.
- Hermano, no tengo nada en contra de ella, al contrario, creo que es una mujer muy sexy y selectiva, pero tiene razón, no es una mujer que provenga de una familia con dinero, tampoco tiene clase, digo, no es que me importe eso, pero mira, si otra hubiera sido te habría dicho que sí por tu dinero -.
- Ni siquiera sabe quién soy ni a qué me dedico - Dije.
- Pero lo supone, mira tu ropa hermano, ella es una mujer inteligente, se le nota, sabe a qué se dedica y todo lo que la persigue, ¿Quieres involucrarte en su vida? ¿Qué tal si te roba o algo? -.
- Por favor Zabdiel, no has hablado con ella como yo, ni siquiera recuerdas su voz, yo la traigo grabada, quiero conocerla, quiero saber quién es, no sé, solo, estar cerca, ¿Por qué juzgar un libro por su portada? Ella, no sé, tiene algo más - Dije mientras en mi cabeza su imagen aparecía una y otra vez.
- Christopher no la conoces, la hemos visto bailar en el Chicago pero nada más, sabemos que tan deseada es por muchos hombres, ¿Qué tal que tiene novio y es un mafioso o algo así? No te metas en eso, te bailó, estuvo fantástico, todo el mundo te envidia, eso es obvio, pero déjalo ahí, no quieras jugar con fuego - Advirtió.

Las palabras de Zabdiel me resonaban en la cabeza, solo que no me importaban, ¡Maldita sea! ¿Por qué quería saber de ella?

- Tienes razón, ¿Cómo no lo pensé antes? Iré a buscarla al Chicago - Mencioné reaccionando a su idea.
- ¿Qué? No, jamás metí esa idea en tu cabeza, no hagas tonterías - Dijo con apuro.
- Si tiene novio quiero que ella me lo diga, quiero que me diga en la cara que no quiere conocerme y que no le parezco atractivo al menos -.
- Ay Christopher, es domingo, no trabaja, esa es una señal para que no intentes nada, deja esto por la paz - Volvió a pedir.
- Mañana, ella trabaja mañana, tengo que intentarlo - Aseguré.
- Eres un necio, pero ok, solo recuerda, tienes una semana, el sábado es mi boda, comienza a llamar a Sasha - Sugirió.

Yo solo rodé los ojos y seguí con mi desayuno, esa chica debía saber que no quería nada malo de ella.

___'s POV.
Mi cara por las mañanas no era la mejor cuando no podía dormir bien, ese mentado Christopher y su intención de querer conocerme no salía de mi cabeza, mucho menos sus ojos, sus labios, y pensar que lo tuve tan cerca.
¡Mierda! ¡No! Tenía que dejar de pensar en él, no era para mí, yo no era para él, punto, fin del tema.
Me serviría el desayuno para poder ducharme y arreglarme, hoy me tocaba ver a Emiliano, un pequeño de 5 años enfermo de cáncer, sus padres decidieron que la mejor opción era abandonarlo, me sentía tan encantada con él, iba a verlo todos los domingos por horas, y los miércoles solo cuando no tenía trabajo en la cafetería, porque también trabajo en una cafetería hasta las seis de la tarde, antes de tener que irme al Chicago, los domingos no trabajo ni en la cafetería ni en el Chicago, así que, un día entero para pasar con mi niño, era genial.
No tenía mucho dinero, pero a veces donaba a la fundación en la que Emiliano está junto con otros niños en las misma circunstancias, ropa, comida, juguetes o solo dinero, amaba tanto a ese niño y otros más que no podía verlos tristes, me partían el alma.