Capítulo 60

1.1K 55 1
                                    

___'s POV.
Habíamos llegado a una zona en donde estaba una camioneta esperándonos, así que en cuanto subimos mi madre y Carlos estaban ahí.

- Mi nena - Ella quiso abrazarme en cuanto me vió, sin embargo me alejé - Hija, no me rechaces - Dijo con lágrimas en los ojos.
- No me llames hija, no pongas lágrimas falsas en tus ojos, no quieras redimir tus culpas ahora, me haz roto por segunda vez, te implore como a nadie un poco de compasión y amor, te rogué de rodillas que no me dejaras sola porque yo te necesitaba como a nadie, te pedí que te quedaras conmigo y tan solo te fuiste, era solo una niña mamá, y habría podido con la partida de mi padre, pero con la tuya quedé destrozada, y ahora quieres llamarme hija y abrazarme sabiendo que tú colaboraste en todo esto, que por tu culpa mi corazón se volvió a destrozar separándome de Christopher, Emiliano y de todos aquellos a quienes amo, ¿Cómo puedes no sentir vergüenza? ¿Cómo puedes llamarme hija? - Dije entre lágrimas.
- Hija, entiendeme por favor, yo no podía sola y -.
- Ya no me interesa lo que tengas por decir - Dije interrumpiendola - Para este punto de mi vida puedes tener una cosa segura, yo ya no te necesito, yo ya no necesito pedirte de rodillas que no me abandones porque el mundo me aterra, ya no necesito que fungas como mamá, ya no necesito un beso o un abrazo tuyo, a mi vida ya no le haces falta - Aseguré.
- ___ - Me miró suplicante.
- Ya me tienen aquí, ya consiguieron lo que querían, déjame tranquila ahora - Pedí.

Me hice bolita en uno de los asientos y miré por la ventana mientras me sumía en mis pensamientos y mis lágrimas.
El rostro con la sonrisa de Chris se formó en el cielo mientras sus bonitos ojos me miraban, yo no pude evitar sonreírle, me partía el alma entera haberlo lastimado como lo hice, mi corazón sentía una pena enorme, y aunque tal vez nunca más lo vuelva a ver, yo jamás lo dejaría de amar con tal intensidad, él estaría por siempre en mis pensamientos y en mi corazón y aunque pasen los años, eso seguirá siendo así.
Dicen que el acto más grande de amor es seguir pidiendo cosas buenas para la persona que dices amar, y yo lo pondría en práctica, porque yo dejaría todo, justo como ahora, con tal de cuidarlo y mantenerlo a salvo.

- Bajen de la camioneta y actúen normal, compraremos unos boletos para movernos de la ciudad y después tomaremos un avión para irnos de este lugar para siempre, mucho cuidado con hacer alguna estupidez ___, porque no estoy jugando - Dijo mi padre mirándome fijamente a través del espejo retrovisor, a lo que yo asentí.

Ni siquiera noté cuando llegamos a la estación de autobuses, pero sin poner objeción bajé de la camioneta y caminé junto a los demás para esperar que las órdenes de mi padre se cumplieran.
Él nos dejó sentados alejados de la gente mientras iba a comprar los boletos.

- Chicos, quiero que sepan que los amo demasiado y que me alegra que por fin estemos todos juntos como una familia - Dijo mi madre.

Ella tomó la mano de Carlos y trató de hacer lo mismo conmigo, pero fui más rápida y no me deje.

- No tengo ganas de jugar a la familia feliz ni a llamarte mami cuando no lo mereces, deja tu falsedad porque no tengo ganas de escuchar más tonterías - Dije seria para después mirar hacia otro lado y perder mi vista entre la gente que caminaba mirando sus boletos, arrastrando sus maletas o solo comprando alguna cosa, esta podría ser la última vez que estaría rodeada de mucha gente.
- Ya está, el autobús sale en media hora, mientras tanto no nos moveremos de aquí - Aviso mi padre.

Yo solo suspire y no respondí nada, nada más podía pensar en Christopher y lo lejos que estaremos a partir de hoy, soñaba con poder volver a verlo algún día, tal vez cuando mis padres ya no puedan valerse por ellos mismos, cuando yo pueda irme con la seguridad de que no volverán a buscarme jamás, y que aunque tal vez me encuentre a un Christopher felizmente casado y con una gran familia, seré feliz y afortunada porque sabré que lo merece y que yo hice lo que pude hasta el último instante con tal de que mis padres no atentaran contra él, su familia, Ali, Ethan y su familia, ni contra mi pequeño Emiliano.
Mi vida entera se quedaba en este lugar, porque en cuanto salga de esta ciudad iniciaría una nueva vida con mis padres y Carlos, una vida que tal vez esté llena de miseria y todo lo malo que alguna vez quise evitar.
Cerré mis ojos por un momento y la imagen de Ali y Ethan sonriéndome se hizo presente, los extrañaría con locura extrema, y claro que también deseaba volver a verlos algún día, felices y logrando todo lo que siempre soñaron.
Cuando abrí los ojos juro que pude ver ante mí al pequeño Emiliano corriendo a mis brazos feliz de verme, ¿Por qué mi propia familia me había arrebatado tanta felicidad sin ningún tipo de remordimiento?

- Es hora, vámonos ya - La voz de mi papá me sacó de mi trance.

Ya había pasado media hora que ni siquiera noté, eso solo significaba que ya debíamos irnos, para siempre.
Todos nos pusimos de pie y seguimos a mi padre, quién nos guío hacia el autobús correspondiente.
Nos dió un boleto a cada uno, mismo que entregamos a la persona que esperaba impaciente en la puerta del autobús a qué todos los pasajeros abordaran.
Los cuatro subimos sin más, Carlos se sentó con mi padre y mi madre se sentó a mi lado.
Yo traté de ignorarla mirando por la ventana, pero ella hizo justo lo que yo no quería, tomó mi mano, lo que me hizo mirarla.

- Este es nuestro nuevo comienzo hija, en el que te prometo que seré lo que siempre quisiste, voy a cuidarte y a ser la mamá que jamás pude ser antes - Dijo.

Reí irónica.

- ¿Cuántos años crees qué tengo? ¿Diez? No quiero un comienzo contigo, ni con Alberto ni con Carlos, quiero el final, anhelo que este sea nuestro final - Respondí con recelo.
- No digas eso mi amor -.
- No me digas así, quiero que esto termine, quiero no volver a verlos ni saber de ustedes, quiero nuestro final para siempre -.

|Lo dejaría todo| Christopher VélezOù les histoires vivent. Découvrez maintenant