Capítulo 6

1.5K 79 4
                                    

Había pasado a comprar un gorrito para Emiliano, ya había llegado a la fundación y estaba emocionada por verlo.

- Hola ___, que alegría verte de nuevo, Emiliano está ansioso de verte - Dijo Ericka, la encargada del lugar.
- Hola Ericka, lo mismo digo, cuento los días para estar con mi león, lo extraño muchísimo -.

Aquí nadie sabía que por las noches Pantera era mi nombre, conocían mi trabajo como mesera y cajera en la cafetería, y aunque no tenía nada que ocultar con Pantera, no quería que nada me impidiera ver a mi pequeño.

- ¿Y que esperas? Ve con él -.

Le sonreí y caminé hasta la habitación de Emiliano, por fin.

- ¿En dónde estará ese león tan temible? - Pregunté una vez que lo ví esconderse entre sus sábanas.
- Roar, aquí estoy Pantera - Mencionó saliendo de ellas.

Mi pequeño Emiliano y yo teníamos ese secreto, el sabía que yo bailaba y que mi nombre era Pantera, pero no sabía que bailaba para hombres lujuriosos, ese era otro asunto del que un niño no tenía que saber.
Nos pusimos apodos, él es león y yo pantera, así que nadie sospechaba, solo era un juego.

- Leoncito, no sabes cuánto te extrañé - Le dije abrazándolo.
- ¿Tanto cómo yo a ti? -.
- Mucho más mi niño - Afirmé.
- Me encanta que lleguen los domingos, los disfruto más que los miércoles porque puedes pasar más tiempo conmigo -.
- Yo amo los domingos pequeñín, no sabes cuánto amo que estemos juntos, y mira lo que te traje - Mencioné enseñándole el gorrito, justo como le gustaban.
- Waw, está increíble, ponmelo por favor - Pidió.

Sonreí y sin más lo puse en su cabecita, daría lo que fuera por eliminar el cáncer para siempre de su pequeño cuerpo, este angelito no merecía padecer tanto, era tan inocente, tan chiquito.

- Oye, ¿Qué hiciste ayer? Ericka me dijo que vendría un payaso a verte - Inquirí.
- Sí, y fue grandioso, me hizo reír mucho, me regaló esa espada - Me señaló un globo con forma de espada.
- Vaya, sabe que eres muy valiente -.
- ¿Tú crees? -.
- Mi pequeño, ¿Acaso tú no lo crees? Eres más valiente que todo el mundo junto, más valiente que un súper héroe, tu Emi, tú eres mi valiente, mi héroe, mi todo, y no dudes de que te admiro como a nadie -.
- Te quiero ___, gracias por no dejarme solo -.
- Jamás podría hacerlo mi niño - Aseguré.

Mi amor por este pequeño era tanto que incluso había visto la posibilidad de adoptarlo, de poder llevarlo conmigo, pero ¿A quién engañaba? Yo no podía darle la vida que él se merece, un tratamiento para el cáncer es caro y mis recursos eran pocos, yo quería que este pequeño viviera en un palacio, en donde el peligro no exista y él pueda vivir sin dolor ni miedo, daría todo lo que soy solo por verlo completamente bien, sin sufrir por dolores, conmigo no podría tener todo eso, y al menos en este lugar le daban todo lo que necesitaba, por ahora solo podía verlo dos veces, cuando la señora Paterson, dueña de la cafetería, no abría, rara vez por cierto, podían ser hasta tres veces, ¿Qué no haría porque fueran más?

- Tengo muchos planes para este día, te prometo Emi que será increíble -.
- Contigo todo es genial -.

(...)

Después de haber estado todo un día completo con Emi, hasta las 10 de la noche, pase al supermercado para comprar algunas cosas que me hacían falta para la cena, Alison se había regresado a su casa así que la vería hasta mañana en el Chicago, ella es mi mejor amiga y mesera del lugar, éramos tan unidas que no había otra persona a la que yo considerara como mi familia más cercana que ella.
Una vez en casa me puse a cocinar, algo sencillo y rápido pues tenía hambre, demasiada.
Mientras comía, en mi cabeza comenzaron a crearse imágenes de todo lo que había pasado ayer, desde el primer momento en que ví a Christopher hasta que salí corriendo de ese lugar, vaya que todas las acciones que tuvo hacia mí solo me dejaron saber que con un caballero en toda la extensión de la palabra, me había tocado toparme, y es que después de haber bailado para tantos hombres, me había acostumbrado a que una vez que les dabas acceso a más, ellos se aprovechan y te pierden el respeto, pero Christopher, él no quiso aprovecharse, y cuando pudo dejar pasar la situación de la que me salvó, se enfrentó e incluso quiso convencerme de aceptar desayunar con él, una completa locura por dónde sea que lo vea.
Tenía que sacar al chico de mi cabeza, tenía que eliminarlo por completo de mis pensamientos, no podía ni siquiera considerar su propuesta, ¿Cómo es que un hombre con tanta clase, dinero y lujos, querría salir y conocer a una chica como yo? Tan ordinaria, trabajando en algo que para la sociedad es un completo asco porque bailo casi desnuda, porque trabajo en un lugar como el Chicago.
Dios, ¿Qué líos me había metido en la cabeza ese chico? Ninguna otra persona se había dirigido a Pantera con tanto respeto, nadie me había dicho que no le importaba lo que se dijera de ella, ¿Por qué Christopher había tenido que cruzarse de esa forma en mi camino? ¿Acaso no era demasiado claro que me impresionaria tanto que incluso pasaría horas pensandolo como ahora? Pero no pasaría de ahí porque ya lo había rechazado y era obvio que al menos hasta que tengan otra despedida de solteros o alguna fiesta en la que me quieran presente él o sus amigos, podría volver a verlo, y quizá deseaba internamente que la despedida de soltero no sea de él, al menos no ahora, creo que debo darme tiempo para olvidar que por una vez en mi vida pude cruzarme con un hombre que dejó cualquier estereotipo atrás y no se dejó llevar por nada de lo que el mundo entero, piensa de Pantera.

|Lo dejaría todo| Christopher VélezWhere stories live. Discover now