Capítulo 57

1K 54 0
                                    

|Tres meses después|

La mamá de Christopher y él aún no arreglaban sus diferencias, por supuesto que la señora Yenny no podía verme ni en pintura, así que afortunadamente contaba con Alison, Pilar y Amaya, la prima de Pilar, para organizar mi boda con Chris, y por supuesto que él contaba con sus amigos.
Todo parecía marchar bien, la boda estaba programada para llevarse a cabo en tres meses más, eso me hacía tan feliz y al mismo tiempo me ponía nerviosa, demasiado nerviosa.
Gracias al cielo pude recuperarme rápido y volver a la academia, en donde mis alumnos me esperaban con alegría, así como mi pequeño Emiliano, quién aún no recibía la noticia de que su proceso de adopción comenzaría cuando Christopher y yo estemos casados, porque sí, ambos decidimos que él debía formar parte de nuestra familia.
Pasaban de las diez de la noche, estaba a punto de cerrar la academia cuando tres tipos enmascarados entraron con armas y me hicieron caminar hacia la recepción.

- Vaya, vaya, así que lo que dicen por ahí es verdad, dueña de una academia de ballet, ¿Quién lo diría? - Mencionó uno de ellos.

Miré al tipo que habló confundida, él se acercó un poco más a mí y entonces mis ojos se reflejaron en los suyos, esos ojos verdes que alguna vez, quizá, pudieron verme con amor.
Cuando el hombre se alejó de mi vista ella se quitó el pasamontañas, porque una de las tres personas que me tenían retenida es mujer.
Entonces mis ojos se llenaron de lágrimas, luego de tanto tiempo ahora yo era su presa, luego de saber nada de ellos y de creerlos muertos, mis padres estaban amenazandome con armas.

- ___ - Mi madre bajó su arma y se acercó a mí, yo cerré los ojos cuando ella acaricio mi rostro con ternura, fue entonces que las lágrimas rodaron por mis mejillas - Mi pequeña ___ - Y aquello bastó para que mi corazón se volviera a romper - Mi nena -.

Cuando abrí los ojos ella estaba llorando también, ¿Por qué? ¿Qué la hacia verme con aquellos ojos si decidió abandonarme?

- Ven aquí Alice - Mi padre la llamó y ella acaricio mi mejilla una última vez antes de volver a su lado.

Cuando pude ver a los tres juntos ellos ya se habían quitado también el pasamontañas, mi padre y otro chico idéntico a él estaban mirándome.

- Ella Carlos, es tu hermana ___ - Le dijo al chico a su lado.

¿Hermana?

- No me mires con esa carita hijita, tu madre estaba embarazada cuando nos fuimos, eh aquí a tu hermano Carlos Lozano - Me dijo.

El chico solo me miraba con una sonrisa burlona.

- ¿Ella es la que nos sacará de todos nuestros problemas? - Preguntó Carlos.
- De todos hijo, de todos - Aseguró mi padre.

¿Cómo? ¿De qué estaban hablando?

- Nos enteramos de que estás a punto de casarte con uno de los hombres con más dinero, quién seguramente te saco del antro ese en el que te presentabas como Pantera, ¿No es así? - Él hablaba mientras caminaba de un lado al otro, yo no respondí - Ahora que tienes dinero es momento de que nos pagues por los dieciséis años que tuvimos que alimentarte y ver por ti - ¿Qué rayos estaba diciendo?
- Tenemos deudas grandes con el narcotráfico - Dijo mi madre.
- Y tú hijita, vas a sacarnos de eso - Afirmó mi padre.

El miedo recorría mis venas, pero mi coraje habló por mí.

- Jamás verás ni un solo peso de mi parte, ustedes para mí no son nada y no pretendo ayudar a tres delincuentes - Dije.

Mi padre pareció enojarse porque caminó hacia mí con malas intenciones, afortunadamente mi madre pudo detenerlo.

- Escúchame ___ y presta mucha atención, sino haces todo lo que te voy a indicar poco a poco, el imbécil de tu noviecito y su familia pagarán las consecuencias, y de la forma más cruel que te imagines - Amenazó.

De alguna forma mi corazón sabía que me darían un golpe muy fuerte si mencionaban a Chris y su familia en cuanto yo me negara a hacer lo que querían.

- Si tú te atreves a decirle una sola palabra de esto a ese tipo, consideralo hombre muerto, puedes darnos el dinero por las buenas o, por las malas - Mencionó Carlos.
- Así que más te vale obedecer ___ -.

(...)

El miedo me consumía por dentro, no sabía que podría pasar pero no me iba a arriesgar, Christopher era mi mundo, y no podía permitir que nada malo le pasara.
Entré a casa y fui recibida con un beso y un abrazo por parte de mi Chris.

- Muñeca hermosa, ¿Cómo te fue? ¿Por qué llegas tan tarde? - Preguntó.
- Lo siento mucho amor, todo estuvo bien, es solo que tuve que atender algunos asuntos con la academia pero afortunadamente ya estoy aquí porque muero de hambre, ¿Cómo te fue a ti? - Trate se parecer normal.
- Bien bonita, no me gusta que te quedes hasta tarde sola -.
- Tranquilo guapo, vamos a cenar -.

(...)

Chris y yo nos estábamos poniendo la pijama cuando llegó mi momento de hablar.

- Amor, ¿Crees qué puedas hacerme un préstamo para completar para algunas cosas de la academia? - Inquirí.
- ¿Un préstamo? Amor, puedes pedirme lo que sea, ¿Cuánto necesitas? -.

Ay mi precioso Chris.

- Am, quinientos mil pesos - Dije.
- ¿Tanto? - Preguntó sorprendido.
- Es que quiero implementar algunas cosas que me parecieron buena idea cuando Alison me dio la idea, en cuanto los recupere te los devuelvo amor - Dije rápidamente.
- Esta bien muñeca, mañana mismo los depositaré a tu cuenta - Respondió.
- Está bien amor, gracias en serio - Dije con una sonrisa.
- No tienes porqué agradecer, todo lo que tengo es tuyo también muñeca -.

No, como quisiera que eso no fuera así.

- Te amo, ¿Sabes? - Le dije mientras pasaba mis manos alrededor de su cuello mientras él me tomaba por la cintura.
- Yo te amo mucho más hermosa, como no puedes imaginarlo -.
- Eres lo más bonito que me pasó -.
- Y tú lo más bonito que me pasó a mí -.
- Es que eres perfecto, te amo como loca -.
- Ya somos dos belleza, eso puedes tenerlo muy presente -.

|Lo dejaría todo| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora