Capítulo 26

1.4K 61 4
                                    

Cuando Chris y yo terminamos de cepillarnos los dientes nos dirigimos de nuevo a su habitación, él tenía una sonrisa en el rostro difícil de quitar, me sentía feliz porque tal vez conocía la respuesta, pero no daba nada por hecho, no aún.

- El lado derecho es mío muñeca - Dijo fingiendo pesar.
- Mm, estoy acostumbrada a los cambios, el lado derecho es completamente tuyo - Le respondí con una sonrisa.
- Comprensiva, una cualidad más a la lista -.
- ¿Cuál lista? - Pregunté confundida.
- La de las infinitas cosas que me gustan de ti -.
- ¿Tienes una lista? - Inquirí.
- Muy larga nena, llena de tantas cualidades -
- ¿Por qué eres tan dulce? ¿Y cómo es que tienes una lista? -.
- Digamos que comenzó a ser escrita mentalmente desde que te conozco -.

Terminamos de acomodar la cama, Chris también ten0ía puesta ya una pijama así que sin más nos mentimos entre las sábanas.

- Vaya, yo no tengo una lista, ¿Debería hacerla? -.
- No sino quieres -.
- La verdad es que me gusta más la idea de descubrir que tanto me gusta de ti y guardarlo en mi corazón - Dije.
- ¿Me quitarás el papel de ser dulce? - Cuestionó divertido.
- Nadie podría quitartelo -.
- Bien dicho -.

La verdad es que sentía un poco de nervios, estaba feliz y muy segura de haber dicho que sí aceptaba dormir con este bello hombre, pero vamos, nadie quita el hecho de que llevamos una semana conociéndonos, que estemos haciendo que la confianza se fortalezca entre nosotros no es la prueba definitiva para que los nervios se vayan, Chris no deja de ser una persona nueva para mí, relativamente, poco a poco lo estoy conociendo, aunque somos ___ y Christopher, dos personas totalmente distintas unidas por una sola razón que aún estábamos tratando de hacer crecer.

- ¿Me abrazas Chris? - Le pedí.
- Claro muñeca -.

Chris apagó la luz, dejándonos en la oscuridad con el brillo de la luna.
Él y yo nos pegamos más hasta que cumplió lo que dijo, enredo sus piernas con las mías, me recostó sobre su pecho y me acurrucó entre sus brazos.

- ¿Te imaginas una vida conmigo? - Dijo lentamente haciéndome cariñitos en el cabello.
- ¿Una vida solamente? -.
- Oh, entonces ¿Quieres todas las vidas como yo? -.
- Absolutamente todas - Aseguré.

Él rió levemente.

- ¿Qué hiciste para clavarte tanto en mi corazón en tan poco tiempo? - Me confesó soltando un suspiro.
-  ¿De verdad me lo preguntas? Eres tú quien está poniendo mi mundo color de rosas, quién me está haciendo conocer un lugar del que no quiero salir jamás, quien está despertando sentimientos que honestamente creí muertos, ¿Qué estás haciendo conmigo? -.

No le decía mas que la verdad, Christopher Vélez estaba haciendo que tantas cosas cambiaran conmigo, había tanto de por medio pero solo dos importantes, su corazón y el mío.

- ¿Puedes prometerme algo? - Cuestionó.
- ¿Prometerte algo? - Inquirí curiosa.
- Sí, es muy sencillo -.
- ¿Qué es? -.
- Promete que no vas a dejarme nunca, que pase lo que pase vas a estar conmigo - Pidió.

Vaya, ¿Eran ideas mías o es verdad que la serenidad de la noche en compañía de la luna hacía que el corazón revelara más de lo que tal vez te gustaría?
Lo que fuera me daba igual, este hombre estaba siendo honesto conmigo, quería creerlo.

- ¿A dónde podría irme? No hay otro lugar en el que me sienta feliz, todo eso lo causas tú - Dije.
- ¿Entonces es una promesa? -.
- Claro que lo es - Afirmé.

Levanté el rostro y Chris inclino el suyo para que nuestros labios pudieran encontrarse en un tierno beso, un beso que estaba lleno de pasión, promesa y un sentimiento que se hacía más fuerte.

- Te quiero muñeca, descansa -.
- Yo también te quiero, buenas noches -.

Y así, acurrucados bajo la luz de la luna ambos nos dejamos envolver en un sueño placentero.

Christopher's POV.
Palpe a mi lado sobre la cama con los ojos aún cerrados, no había nadie, absolutamente todo el sueño me abandonó y abrí de inmediato los ojos, el cuerpo de ___ no estaba, ¿Qué paso? Mire hacia el pequeño sofá, en dónde ella dejó su ropa, ahí seguía, ¿Estaba en el baño? Me levanté de la cama y toqué la puerta del baño pero no hubo respuesta, la abrí lentamente y me asome pero no había nadie, ¿Se habrá ido?
Justo cuando me decidí a salir de la habitación la puerta se abrió con dificultad, y entonces pude ver a mi chica de ojos bonitos con una bandeja en las manos llena de comida, se miraba tan hermosa con su cabello acomodado desordenadamente en un moño, aún con la enorme pijama puesta, de inmediato sonreí y me acerque para ayudarla.

- Buenos días bello durmiente, despertaste antes así que arruinaste el desayuno a la cama - Mencionó divertida.

Rió levemente y beso cortamente mis labios.

- Buenos días ojitos bonitos, no todo está arruinado, no salí de la habitación y tú lograste llegar antes de que saliera, así que aún cuenta -.
- Mm, de acuerdo -.

Ambos nos sentamos en la cama, puse la charola en medio de los dos y cada uno tomó su plato.

- La señora Deni me indicó en dónde estaban todas las cosas, sin ella creo que habría hecho un desastre en la cocina buscando todo -.
- ¿Eso quiere decir que tú cocinaste todo? - Pregunté sorprendido.
- Efectivamente, así que espero que te guste porque está hecho con demasiado cariño -.
- Lo puedo saber, sabe delicioso de verdad - Y era cierto, casi devoraba la comida como si fuera a escaparse de mis manos - Me encanta que haya podido probar tu sazón antes de lo planeado -.
- Aún te falta probar mucho más, este solo es el comienzo -.
- Oh, eso se escucha tan bien - Ambos reímos - Estaba pensando en algo - Dije.
- ¿De qué se trata? - Preguntó interesada en lo que tenía por decir.
- ¿Irás a ver a Emiliano? - Cuestione.
- Sí, ¿Por qué? - Me miró confundida.
- Bueno, ¿Qué te parece si vamos juntos y lo llevamos a jugar, a comer, a dónde él quiera? - Propuse.
- ¿Hablas en serio? - Preguntó con una sonrisa en el rostro.

|Lo dejaría todo| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora