|Lo dejaría todo| Christopher Vélez

Capítulo 11

Christopher's POV.
La chica que tenía frente a mí definitivamente me tenía cautivado, la belleza detrás de ese antifaz, detrás de Pantera, era por completo lo mejor que haya visto en la vida, en una mujer. Ese rostro angelical, esa mirada verde penetrante, ese tatuaje en el cuello que me confirmaba que ___ y Pantera son las mismas, esa sonrisa, aquello que la hacían única y me hacían querer saber todo de ella, lo que me contaba me resultaba difícil de creer, ¿Cómo es posible que alguien sea capaz de abandonar a una chica como ella? Tantas cosas pudieron pasarle que no puedo ni imaginarlo.

- ¿Por qué el antifaz? - Pregunté tratando de no ser muy indiscreto.
- No me da pena que la gente sepa que bailo en un tubo, porque al final eso es lo único que hago, ahora sabes que yo no vendo privados ni tampoco dejo que me toquen, la única excepción fuiste tú esa noche pero lo recompensaste al salvarme de ese tipo que trato de abusar de mí -.

Asentí para dejar que continuara, sin embargo la mesera llegó con nuestra comida, la dejo rápidamente sobre la mesa y se alejó, dejando a ___ seguir.

- No sé si has escuchado todo lo que se dice de Pantera y el Chicago, la gente habla por hablar y yo no puedo cambiar eso, claro que en ese lugar encuentras de todo, pero cada uno elije lo que quiere tomar, cuando me dijeron que me presentaría por primera vez en un escenario estaba muy nerviosa y supe que no sería capaz de salir si todos sabían quién era yo realmente, así que una de las chicas que me preparaban me aconsejo acerca del antifaz y sin dudarlo acepté, normalmente todas suelen tener un apodo y el mío fue Pantera, te juro que detrás de ella oculte todos mis nervios en un principio, me da una especie de poder que me hace sentir segura, ahora también lo uso para que mi nombre no se manche como tal, hay muchas cosas que debo cuidar y una reputación como esa me alejaría de una de las personas más importantes de mi vida -.
- ¿El chico de la cafetería? - Pregunté de forma inconsciente, no olvido que la llamó belleza y la forma en la que la mira.
- ¿Ethan? - Asentí - Ethan es importante en mi vida, pero no es mas que mi amigo, al menos eso le he dejado claro, pero no me refiero a él - Aseguró.
- ¿Entonces? - Inquirí.

Bueno, menos mal no son nada.

- Ayudo a una fundación de niños huérfanos con enfermedades como el cáncer con lo poco que tengo, en ese lugar conocí a Emiliano, un pequeño de cinco años que se convirtió en la luz de mi vida, él tiene cáncer y sus papás decidieron que dejarlo a su suerte era lo mejor, desde que lo conocí me enamoré de ese niño por completo, lo visito cada que puedo, le llevo juguetes, comida, ropa, todo lo que pueda con tal de verlo feliz, obviamente en esa fundación no saben que yo bailo en el Chicago, quizá me quitarían la oportunidad de verlo, alguna vez pensé en adoptarlo pero me centré en la realidad y caí en la cuenta de que en la fundación estaba mejor, yo no tendría jamás todo el dinero que se necesita para su medicina, trabajar para eso me quitaría tiempo y él no merece mi ausencia, necesita amor que no dejo de darle aunque sea en la distancia, por lo menos ahora tiene con quien jugar y estar mientras llega el día en que pueda verlo - Me dejó saber.

Vaya, ¿Tanto podía esconder una chica que detrás de Pantera luce segura y llena de todo? Yo sabía que algo me insitaba a querer conocerla, pero ahora estoy seguro de que quiero saber mucho más de ella, me interesa en muchos sentidos y no pretendo dejar que se aleje.

- Vaya ___, realmente me cuesta creer mucho que todo eso pueda ser parte de quién eres, te miras tan sonriente que no me imagino por lo que puedes estar pasando - Confesé.
- En realidad no es tan malo, digo, si me pongo a analizarlo tal vez sí, pero es mejor dejar que las cosas fluyan y se den como tengan que darse y solo sonreírles o tratar de sonreírles, al final nada va a cambiar de la noche a la mañana -.

O tal vez sí, tal vez había algo más entre este afán por querer estar cerca de ella, tal vez podría hacer algo más que pueda hacer cambiar las cosas en su vida.

- ¿Puedo preguntarte algo? - Mencionó mientras me miraba a los ojos.
- Por supuesto - Acepté.
- ¿Por qué insististe tanto en querer conocerme? Digo, los hombres como tú solo van a ese tipo de lugares para relajarse un rato viendo a mujeres en poca ropa, conseguir sexo fácil o solo beber y beber hasta perder la conciencia -.
- ¿Los hombres como yo? ¿A qué te refieres? - Pregunté curioso antes de responder.
- La forma en la que vistes, en la que hablas, tu auto, los lugares a lo que sales a comer - Dijo señalando nuestro alrededor - La verdad es que no entiendo que esperas conseguir de mí, no tengo nada que pueda darte, y si siendo Pantera no acepté un baile privado, mucho menos te daré sexo siendo solo yo - Dijo honesta, y la verdad es que me gustaba bastante que fuera tan directa y segura de sí misma.

No se veía intimidada por mí, por el lugar o por las miradas que le lanzaban, tampoco trataba de quedar bien frente a mí o era grosera con las personas, ___ estaba dejándome conocerla realmente aunque no se diera cuenta, solo estaba siendo ella misma.

- ___, yo creo que siendo simplemente tú basta para que ante mis ojos una mujer perfecta seas, no quiero un baile privado de Pantera, no quiero sexo de ___, no quiero nada económico o imposible, solo quiero salir contigo, quiero conocerte, conocerte de verdad, no me importa si bailas en un lugar del que hablan pestes, puedo asegurar que no haces nada malo, solo quiero que me permitas entrar a tu vida - Dije finalmente.
- ¿Entrar a mi vida? ¿A qué te refieres? - Preguntó alejando la mano de la mesa cuando seguramente noto mis intenciones de tocarla.