Capítulo 21

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- Mm, te haré caso solo porque ya haz admitido que es linda -.
- ¿Acaso alguien lo ha negado? - Pregunté confundida.
- No negado nena, pero sí criticado -.
- Mera envidia, no es mi fuerte Chris -.
- Otra de las cosas que me encantan de ti -.

Jamás me cansaría de escuchar aquello.

- Dan, lleva las bolsas a una de las habitaciones, la señorita Lozano pronto irá - Pidió mientras los miraba unos segundos.
- De acuerdo señor -.

Dan hizo lo que Chris le pidió dejándonos solos en el inmenso recibidor de la enorme casa.

- ¿Dan no duerme aquí? - Pregunté curiosa mientras caminaba de la mano con Chris mirando los detalles del lugar.
- Sí, debe estar atento en su trabajo, pero por supuesto que visita a su familia - Me explicó.
- Ya lo creo, ¿Y solo él trabaja para ti? -.
- La señora Deni, es quién se encarga de las labores del hogar -.
- Este lugar es inmenso -.
- Bastante acogedor también - Dijo.
- Como un castillo - Dejé salir.
- En el que te protegeré - Me dijo mientras tomaba mis dos manos y me miraba fijamente a los ojos.
- El caballero de hermosa armadura rescatando a una, mm, ¿Plebeya? - Dije con cierta ironía.
- Princesa, tráelo siempre en tu mente - Comentó un tanto serio.
- De acuerdo, princesa - Acepté.
- Cuando estemos juntos me gustaría que olvidaras por un momento que nuestra clase social es distinta - Pidió.
- ¿Cómo no darle importancia? - Mencioné un tango afligida.
- Es que no la tiene - Se apresuró a decir.
- Y lo sé, sé que contigo esos términos sobran porque me lo demuestras, pero todo esto, tu casa, la ropa, la boda, tu interés en mí, me es imposible no traerlo en la mente -.
- Eres hermosa, por dentro y por fuera para mí eres perfecta, tus ojos me mandaron un hechizo porque no pude sacarte de mi mente desde aquel día, ahora afortunadamente me dejaste conocerte de verdad, el mundo exterior sobra cuando estoy contigo -.
- Me alegra no ser la única loca que piensa lo mismo -.
- Una gran conexión sin duda -.

Chris beso mi frente y seguimos caminando mirando más de la casa, muy hermosa por dónde la veas.

(...)

Christopher me había dejado en la habitación en la que Dan colocó las bolsas con todas las cosas compradas, me dijo que la señora Deni y Eva llegarían pronto, mientras tanto él había ido a ver a Zabdiel, es el mejor amigo y padrino del novio, estaba completamente segura de que necesitaría mucha ayuda.

- ¿Puedo pasar? - Preguntó alguien del otro lado de la habitación.
- Mm sí, adelante - Respondí.

Una mujer de una edad no muy avanzada se adentro a la habitación, traía puesto un vestido de tubo azul marino, unos tacones a juego y su cabello atado en un moño alto bien pulido, vaya, ¿Quién será?

- Señorita Lozano, Eva ha llegado, ¿La hago pasar? - Cuestionó.
- Oh, por supuesto - Dije rápidamente, pero antes de que saliera decidí hacerle una pregunta - Disculpe, ¿Usted es la señora Deni? -.

Ella asintió.

- Estoy a sus órdenes - Mencionó amable.
- De acuerdo, muchas gracias -.

Ella me regaló una sonrisa y sin más se apresuro a ir por Eva para que todo esto comenzara.

- Acabo de ver el vestido y tengo varias ideas en mente, me gustaría dejarle el cabello un poco suelto, de tal modo que luzca relajada pero glamourosa, ¿Quiere algo en específico? - Inquirió.

No tenía ni la más mínima idea de lo que quería.

- De hecho me gustaría tomar su sugerencia, solo haga que luzca bien para Chris - Pedí.
- Oh, quedará divina, ya lo verá -.

Sonreí y dejé que Eva hiciera su trabajo.

(...)

Luego de algún tiempo Eva por fin había terminado y de paso me había ayudado con la ropa y zapatos.
Por más que yo me miraba en el espejo no podía creer lo que estaba viendo.
Jamás había utilizado ropa como esta, nunca había tenido a una persona a mi disposición que me maquillara, peinara, arreglara mis uñas, dejándome ver refinada y sofisticada como las mujeres de aquel restaurante, esperaba por lo menos físicamente estar a la altura de todas esas personas, aunque la verdad es que de quién esperaba la mayor reacción es de Chris, la señora Deni había venido a decirme hace poco que ya estaba esperándome abajo.

- Está preciosa señorita Lozano, le aseguro que al señor Christopher le encantará también - Dijo Eva.
- Muchas gracias por la ayuda - Mencioné con una gran sonrisa.
- Fue un placer -.

Ambas salimos de la habitación y bajamos las escaleras para reunirnos en el salón principal con Chris, quien estaba de espaldas a mí mirando por el gran ventanal.

- Señor - Lo llamó Eva.

Christopher rápidamente se incorporó y giró de modo tal que pudo observarme, estaba segura de que mis mejillas estaban más que sonrojadas por la forma en la que su mirada me recorría de pies a cabeza.

- Vaya, un verdadero ángel está delante de mí - Salió de sus lindos labios.
- ¿Te gusta? - Pregunté.

Él se acercó, tomó mi mano y me hizo girar en mi propio eje causando mi risa.

- Te ves hermosa -.
- Se lo dije señorita, mi trabajo aquí ha terminado - Intervino Eva.
- Gracias otra vez - Volví a decir.
- Muchas gracias Eva - Agradeció Chris.

Sin saber de dónde salió, Dan acompañó a la puerta a Eva.

- ¿Cómo está tu amigo? - Le pregunté una vez que nos quedamos solos.
- Extremadamente nervioso, aunque definitivamente muy feliz -.
- Ya lo creo, me alegro por eso -.

Chris no apartaba esa mirada penetrante de mí que sin duda alguna me ponía nerviosa.

- ¿Por qué me miras así? - Pregunté ladeando la cabeza.
- Eres hermosa ojitos bonitos, ¿Cómo no mirarte? -.
- ¿De verdad te gustó cómo me veo? -.
- Preciosa, me encantó, si ya eres extremadamente guapa, ahora te miras mucho mejor -.
- Creo que todo esto que traigo encima ayuda mucho -.
- Tú haces que todo lo que tienes puesto brille, es la persona muñeca -.
- ¿Ya te dije qué eres un encanto? - Dije juguetona.
- Bueno, prefiero que lo confirmes -.

Y sin esperarlo más tiempo ambos unimos nuestros labios en un beso.

- Que bonita adicción - Dijo sonriendo sobre mi boca.
- Concuerdo con usted, señor Vélez -.

Sin importar qué nos tenía preparado el destino, sabía perfectamente que solo entre estos brazos, entre estos besos es donde me gustaba estar, y aunque me daba mucho miedo lo que pudiera pasar, este hombre me hacía sentir plena.

|Lo dejaría todo| Christopher VélezWhere stories live. Discover now