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( chapter six — save me )
( temporada uno — episodio ocho )
CUANDO CASSIE ENTRÓ A LA COCINA por la mañana, fue recibida con la vista de Izzie con un delantal, las paredes y los mostradores cubiertos de glaseado, magdalenas y harina. —Santa madre de todo lo que es dulce, —murmuró con los ojos muy abiertos. —Uh, ¿Qué es todo esto?
—Ocho horas, dieciséis onzas de chocolate y treinta y dos magdalenas. Y todavía no saben bien,— Izzie negó con la cabeza, mirando fijamente las bolitas de azúcar.
—¡No, estos son buenos! —George le dijo mientras se tapaba la boca. —Martha Stewart estaría orgullosa. Aquí, Cassie, prueba uno.
La joven de veintidós años arrugó la nariz con un ligero disgusto por la cantidad de azúcar. —Creo que me voy a quedar con mis huevos, gracias.
—Mira, solo llámala. Llama a tu madre y pregúntale.
—No quiero llamar a mi madre.
—Mi madre está muerta, —añadió Cassie con indiferencia, tomando un bocado de su desayuno.
—Buenos días, —Derek saludó al grupo mientras entraba a la cocina con Meredith. La semana anterior, hicieron pública su relación, aunque de mala gana, y George e Izzie finalmente la aceptaron.
—Hey, chicos, ¿quieren una magdalena? —George ofreció. —Izzie los hizo.
Haciendo exactamente la misma cara que Cassie tenía hace un momento, Derek se negó. —Sabes, me gusta estar aquí, —le dijo a Meredith, tomando un tazón de cereal y sentándose junto a su hermana. —Tú misma lo dijiste, te gusta tener tus cosas cerca, dormir en tu propia cama.
—Eres un loco de la salud como Cassie, ¿no? —George interrumpió. —Se come cereal orgánico todas las mañanas.
—No, no lo soy, —argumentó Derek, al mismo tiempo que Cassie dijo, —No soy un fanático de la salud.
—Sí, lo haces, y sí, lo eres, —coincidió Izzie con George. —Los últimos siete días, al menos.
—Oh, vamos, —Derek frunció el ceño. —No he estado aquí durante toda una semana, ¿verdad?
Los internos compartieron una mirada, lo que hizo que Meredith sonriera. —¿Ves? Incluso ellos piensan que es extraño.
—Me gusta tenerte cerca,—Cassie se encogió de hombros, ganándose una sonrisa de Derek mientras le despeinaba cariñosamente el cabello.
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—ESTE TIPO PERTENECE A PSIQUIATRÍA. ¿Qué estás haciendo entubándolo aquí? —Cristina y Cassie miraron la historia clínica de su paciente, cuestionando al psicólogo que decidió que necesitaba estar en el piso quirúrgico.
