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(Chapter sixty three — i always feel like somebody's watchin' me)
(Temporada seis — capítulo tres)
AL SALIR DE LA DUCHA EN UNA TOALLA PEQUEÑA, CASSIE SE CEPILLÓ EL CABELLO DE SU CARA Y SE MIRÓ MIRADA EN EL ESPEJO. Por primera vez en los dos meses desde la muerte de George, sus ojos ya no estaban hinchados, lo que significa que pasó toda la noche sin llorar.
Su vigésimo cuarto cumpleaños había llegado y se había ido en medio de su dolor. Mientras miraba el calendario en la pared a su derecha, se dio cuenta de que se había perdido el aniversario de la muerte de su madre.
—¿Cass?—La voz de Cristina la sacó de sus pensamientos, la chica irrumpió en el baño sin molestarse en comprobar si estaba decente. —Oh, estás desnuda. Genial. Eh, tu novio hizo el desayuno, si querías comer.
Cassie abrió la boca para responder, solo para hacer una pausa mientras se procesaba la palabra. —¿Por qué Mark está aquí tan temprano?
Ella se encogió de hombros con indiferencia. —Todo lo que tenía que hacer era cruzar el pasillo.
Mirándola irse con una expresión desconcertada, Cassie permaneció en su lugar durante varios minutos, antes de seguirla. No se vistió, confiando en que su toalla cubriría las partes importantes.
—Cristina, ¿de qué diablos estás hablando?—gritó, caminando por el pasillo. Cuando llegó a la cocina, vio a Mark, Callie y Cristina desayunando, así como a una mujer rubia a la que nunca había visto antes. —Oh hola.
—Hola—saludó la mujer, mirándola sutilmente de arriba abajo mientras volvía la cabeza para susurrarle a Callie. —Tu compañera de cuarto está desnuda.
Callie asintió. —Ella hace eso a veces.
—Cristina—repitió Cassie, todavía tremendamente confundida. —¿Que acabas de decir?
Antes de que la mujer en cuestión pudiera responder, Mark sonrió ampliamente, sosteniendo un plato de huevos perfectamente cocidos. —Cass, te ves absolutamente hermosa hoy. ¿Cambiaste tu cabello?
Ella entrecerró los ojos. —¿Qué hiciste?
Mientras los otros tres miraban la conversación como si fuera un partido de tenis, Mark dejó el plato con una sonrisa avergonzada en el rostro. —Bueno, ya sabes que he estado buscando un lugar para vivir—Cassie no dijo una palabra. —El apartamento justo enfrente del suyo estaba a la venta, así que ...
Con una expresión inexpresiva, Cassie miró a su novio, a los huevos y de nuevo a su novio. —¿Te mudaste al otro lado del pasillo?
—Uh, sí.
—Te mudaste ... al otro lado del pasillo—repitió, su lengua recorriendo el interior de su mejilla.
