Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
(Chapter fifty four — all by myself)
(Temporada cinco — episodio diez)
CASSIE SE SENTÓ AL LADO DE CALLIE EN SU MESA DE COCINA, COMIENDO EL DESAYUNO QUE MARK HABÍA HECHO. A pesar de insistir en que estaba perfectamente bien con solo empacar una barra de granola, Mark había insistido en que comenzara a comer un desayuno más saludable.
—Está bien—dijo Mark, colocando un plato frente a Callie. —Tocino y queso extra—se volvió hacia Cassie, repitiendo el movimiento con una sonrisa, —y claras de huevo con palta.—Miró entre las tortillas, orgulloso de su trabajo. —Maldita sea, soy bueno.
—Gracia—Cassie sonrió, tomando un bocado y suspirando instantáneamente contenta. —Está bien, estarás haciendo esto totalmente todos los días a partir de ahora.
—Sí—Callie asintió con la cabeza, moviendo las cejas en broma. —Deberíamos hacer que se mude, se convierta en nuestro chef personal.
Mark se rió, sacudiendo la cabeza mientras comenzaba a hacer su propia comida. —No lo sé, Torres—debatió. —Prefiero que Cass venga a vivir conmigo. De esa manera, solo tendría que cocinar para dos.
Callie hizo un puchero en broma. —Uf, no es justo.
Mientras la pareja de mejores amigos continuaba bromeando, eran ajenos a la forma en que los ojos de Cassie se abrieron con pánico silencioso, congelados en su lugar ante el tema de conversación.
—Sabes—intervino ella, riendo nerviosamente por lo bajo. Su mirada recorrió la habitación sin hacer contacto visual con ninguno de ellos. —Es solo una tortilla. Realmente no es tan buena.
—Oh, vamos—sonrió Mark, echando una toalla sobre su hombro. —Si lo hiciera a su manera, estaría aquí para cocinar cada comida. Desayuno, almuerzo, cena—Él pensó por un momento. —Sabes, tal vez debería....
—¿Cena?—Cassie interrumpió, hablando tan rápido que les resultó difícil comprender. —¿Por qué estarías aquí para cenar?—Los dos la miraron en blanco. —Yo-quiero decir, no vives aquí, así que probablemente estarías en tu casa para cenar, que es donde vives. No aquí.
—Bien—dijo lentamente, entrecerrando los ojos.
De repente, Cassie se puso de pie, arrojando su bolso sobre su hombro y corriendo hacia la puerta.
Callie arqueó una ceja. —¿Adónde vas?
—Necesito, um, trabajar. Voy a trabajar.
Mark frunció el ceño mientras la veía salir por la puerta. —Espera, ángel, puedo darte un ...—Cassie cerró la puerta de golpe, —... paseo—Volvió su mirada hacia Callie, quien le sonreía con un movimiento de cabeza. —Dios, la asusté totalmente. ¿La asusté?
