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(Chapter forty six — the becoming)
(Temporada cuatro — episodio quince)
CASSIE estaba en la cocina, comiendo felizmente tostadas, huevos y avena. La sonrisa nunca pareció borrarse de su rostro desde esa noche, y ella y Mark estaban más felices que nunca. Fue como si le hubieran quitado un gran peso de encima, ahora que todo estaba a la vista.
Bueno, además del hecho de que todos, excepto George, desconocían su relación.
Pero eso fue solo un detalle menor.
Derek entró en la cocina con Meredith, y ambos se detuvieron en seco ante la vista frente a ellos. Izzie y Alex llegaron poco después, también sorprendidos por lo que estaban presenciando.
Cassie miró hacia arriba mientras tragaba su tostada, instantáneamente confundida por los cuatro pares de ojos sobre ella. —¿Qué?—preguntó vacilante, después de un momento de mirada incómoda.
—Estás desayunando—dijo Derek simplemente.
—Está bien ...—asintió lentamente, todavía confundida. —¿Y aparentemente eso justifica una mirada espeluznante?
—Nunca desayunas,—Alex inclinó la cabeza. —O el almuerzas, para el caso.
—Es extraño—agregó Meredith.
—¡Pero bueno!—Exclamó Izzie dándoles un codazo en las costillas. —Es bueno.
—Sí—dijo Derek, con una suave sonrisa. —Pareces ... bien.
Cassie sonrió y le dio un mordisco a su avena. —Me siento bien—se rió, haciendo que todos compartieran una mirada positiva.
No estaban seguros de lo que le había pasado recientemente, pero fuera lo que fuera, esperaban que durara.
Cassie también lo esperaba.
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MIENTRAS caminaba por el pasillo para ir a buscar a Meredith, quien aparentemente tenía malas noticias de algún tipo, Cassie fue llevada a una sala de guardia y golpeó ligeramente la puerta una vez que se cerró. Ella miró hacia arriba con sorpresa, para ver a Mark mirándola.
—¿Me extrañaste?—él sonrió, sosteniendo sus muñecas contra la puerta.
Cassie soltó una carcajada, mirándolo con lo que solo podría describirse como ojos de corazón. —No tienes idea.
Se inclinó para besarla, cuando fueron interrumpidos por su busca. Gimió, comprobándolo y frunciendo el ceño. —Es el Jefe. Me pregunto qué quiere.
—Ugh—Cassie hizo un puchero, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello. —Él puede esperar. Tenemos más ...—le guiñó un ojo, —... cosas importantes que hacer.
