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(Chapter sixty six — holidaze)
(Temporada seis — episodio diez)
DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS
CASSIE SE APOYÓ AFUERA DE LA HABITACIÓN DE SU PACIENTE, ESPERANDO A DEREK MIENTRAS ABRÍA UNA CAJA DE GALLETAS. Justo después de que ella le dio un mordisco, él apareció a su lado sosteniendo los resultados del laboratorio que habían estado esperando. —¿Quieres una galleta?—Ofreció Cassie en medio de la mordida, haciéndolo encogerse. Derek miró la caja y vio una docena de galletas de azúcar, cada una de ellas tenía forma de pavo.
Derek negó con la cabeza. —¿Donde obtuviste esas?
—Mamá Shepherd me las envió—se encogió de hombros, una vez más tendiéndole la caja para que él tomara una. —En serio, son realmente buenas, deberías probar una.
—Espera, ¿mamá te envió galletas?
Cassie asintió, como si fuera lo más obvio del mundo. —Sí, ella me envía todas las vacaciones. ¿Por qué?—Cassie miró hacia arriba para ver el ceño molesto y ligeramente angustiado en su rostro, hizo una pausa, una pequeña sonrisa creciendo en sus rasgos. Ella soltó un bufido de diversión, agitando burlonamente la galleta en su cara. —No recibiste ninguna, ¿verdad?
—No, yo...—Derek tartamudeó, tropezando con sus palabras. Dirigiendo una mirada resentida a la galleta de pavo a medio comer que tenía en la mano, entrecerró los ojos. —Sí, lo hice, es solo...
—Tu mamá me ama más que a ti—dijo Cassie, con una amplia sonrisa en su rostro. —Es un poco irónico, si se tiene en cuenta el hecho de que ni siquiera somos parientes.
—No eres graciosa.
—¿Quién dijo que estaba bromeando?
Con un giro de los ojos, Derek le dio un codazo en las costillas, haciéndola soltar una carcajada mientras le entregaba los resultados de laboratorio de su paciente, Nicholas. —Cuando hayas terminado de intimidarme, no dudes en echar un vistazo.
—Tan sensible—murmuró con una sonrisa, que pronto se desvaneció cuando leyó el papel en sus manos. —¿Tiene una malformación arteriovenosa?—Derek asintió, tomando el papel de sus manos una vez que lo leyó todo. —Pobre niño.
—Tenemos que llevarlo a cirugía de inmediato\suspiró, señalando la habitación de Nicholas donde Lexie lo estaba revisando.—Llama a Caldwell, dígale que se reúna con nosotros en el quirófano.
—¿Llamo a Robbins?—Cassie respondió con falsa inconsciencia, alcanzando su busca y rápidamente escribiendo el número de la rubia asistente antes de que pudiera hacer algo al respecto. —Sí, lo tienes.
