Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
( chapter eight — raindrops keep falling on my head )
( temporada dos — episodio uno )
CASSIE Y MEREDITH se sentaron juntas en silencio, mientras la atmósfera del bar se volvía más concurrida cada segundo que pasaba. Esta última aún tenía que decirle una sola palabra, pero Cassie sabía exactamente lo que estaba pensando.
—Sólo para que conste, —dijo, rompiendo el silencio. —Me dijo que estaban divorciados y que te hablaría de su ex esposa cuando llegara el momento. —Meredith finalmente la miró. —Él también me mintió.
Meredith suspiró y le pasó a Cassie uno de sus tragos de tequila, que aceptó con mucho gusto.
—Hola Cassie, —Joe sonrió, antes de volverse hacia Meredith. —Te me haces familiar. ¿Has estado aquí antes?
—Una vez. Eso funcionó muy bien.
—Conozco esa mirada, —dijo Joe, llenando sus vasos de chupito. —Será una de dos cosas. O tu jefe te está haciendo el infierno o tu novio. ¿Cuál es?
—Ambos. Mi novio es mi jefe, lo cual fue un problema. Pero no un problema tan grande como el hecho de que mi novio tiene una esposa, y obligó a mi mejor amiga a mentirme sin saberlo.
—Y su novio, que es básicamente mi hermano, me mintió y me dijo que se divorció de su esposa, que también es mi amiga, aunque no he hablado con ella en un año, —agregó Cassie.
—Te diré qué, —Joe sonrió torpemente, pasándose a cada uno otro trago. —Estos, de parte de la casa.
—Gracias, Joe.
—¿Una cerveza por favor? —George le preguntó a Joe mientras él y Cristina entraban al bar.
Cassie se acercó a Cristina y agarró la mano que George usó para golpear a Alex, inspeccionándola en busca de esguinces o contusiones dañinas. Cuando consideró que todo estaba claro, lo soltó, ignorando cómo él ponía los ojos en blanco ante su dramatismo.
—Juguemos un juego de quién es la vida más apesta, —sugirió Meredith. —Yo ganaré. Yo siempre gano.
—No, no quieres jugar conmigo, —Cristina negó con la cabeza.
—Oh, sí,— insistió. —Incluso iré primero. Derek está casado.
Ante eso, George escupió su cerveza. —George, la cerveza está goteando de tus fosas nasales,— Cristina se encogió mientras él huía al baño para limpiarse.
—Te dije que ganaría.
Cristina suspiró. —No, no ganaste.
—¿Me escuchaste? Dije que Derek está casado. Es un cabezota, adúltero, mentiroso casado. Le mintió a su mejor amiga-slash-hermana durante meses para asegurarse de que estaba o esta casado. Nada de lo que puedas decir podría superar que...
