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(chapter twenty-one — 17 seconds)
(temporada dos — episodio veinticinco)
TW: menciones y descripciones de violencia armada.
CASSIE, MEREDITH, CRISTINA E IZZIE SE SENTARON EN EL BAR, OBSERVANDO QUE BURKE Y DEREK JUEGAN VIOLENTEMENTE A LOS DARDOS. —Se está imaginando mi cara—, se burló Cristina, mirando a su novio. —Está imaginando totalmente ese dardo pinchándome el cráneo.
Derek hizo contacto visual con Meredith, antes de girar y dar en el blanco.
—Derek se está imaginando a Meredith—, agregó Izzie.
Meredith se burló, tomando su trago de tequila. —Me llamó puta. Perdió el derecho a imaginarme.
—¿Te llamó una qué?— Cassie jadeó borracha. —¿Quieres que le dé una paliza? Porque lo haré. No me importa. Solo di la palabra.
—Quizás más tarde, —sonrió, dándole un codazo a Cassie en las costillas.
—Así que me duermo durante el sexo. ¿Y qué? —Cristina se encogió de hombros. Ella levantó la voz y gritó: —¡Idiota!
—¡Idiota! —Repitió Meredith.
—¡Idiota! —Izzie le sonrió sarcásticamente a Alex mientras pasaba. Cassie miró entre todos, tratando de recordar qué problema de relación pertenecía a qué pareja.
Alex sonrió. —Isobel Stevens finalmente ha dejado el hospital. ¿Significa esto que el paciente del corazón finalmente lo pateó?
—Oye, —Cassie lo fulminó con la mirada mientras tomaba otro trago. —Habla de Den así de nuevo, y serás tú a quien golpeé.
—Oh, por favor, no podrías golpearme.
Ella arqueó una ceja. —¿Te importaría probar esa teoría?
Alex frunció el ceño ligeramente y dio un paso atrás. —En realidad, no. Puedes dar miedo.
—Eso es lo que pensé.
Izzie puso los ojos en blanco. —Lo siento, esta sección del bar es para cirujanos. No socializamos con ginecólogos. —George entró al bar haciéndola sonreír. —¡George!
Su sonrisa se desvaneció cuando vio con quién estaba. Cassie, por otro lado, saltó de su asiento y le dio un abrazo a la otra chica.
—¡Callie, estás aquí! —Cassie sonrió. —¡Con George! Sabes, no digo esto lo suficiente, pero los amo juntos. Ustedes dos son increíbles.
George miró a Cassie de arriba abajo. —¿Cuánto crees que ha tenido que beber?— le susurró a Callie.
—Un par de tragos, al menos —respondió Callie con una pequeña sonrisa, mirando al único de los amigos de George que realmente le gusta.
