Prisionero #6390 {Dramione} TERMINADA

6. Expecto Patronum

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Hermione abrió los ojos y contempló el techo de su habitación. Desvío la mirada para encontrar la ventana, que ofrecía un panorama mucho más interesante. El sol brillaba tenue, pero ya comenzaba a sentirse el inicio de los días fríos. Llevaba más de una semana visitando la torre de astronomía todos los días, pero seguía sin encontrar a la persona que dormía en el lugar. Sea quien fuera, o se había ido del castillo o había buscado otro sitio para dormir. Cualquier una de las opciones eran horribles. Sus últimos días habían girado alrededor de eso. Si se hubiera cambiado a otra zona la posibilidad de encontrarlo eran mínimas. El colegio era enorme, sería prácticamente imposible. Además de que de la primera vez solo había dado con el lugar de casualidad. Ahora que lo buscaba parecía mucho más difícil.

Salió de la cama y se vistió en sus ropas habituales de clase. Tenía a Gryffindor y Slytherin como primer turno.

Desayuno algo rápido, había optado por tenés algunas pocas cosas de comer en su habitación, ya que ir con frecuencia al Gran Comedor, bajo la atenta mirada de todos, le resultaba un poco tedioso. Recogió sus cosas y se encaminó al salón de clase.

Cuando llegó todos los alumnos ya estaban dentro. Les dio una rápida mirada para seccionar de que estaban atentos.

Dejó sus cosas sobre la mesa y se volteó a verlos.

— Hoy tendremos una clase especial — dijo, sonriente, animada con la preparación para el día. — Revisaremos la práctica de conjurar el expecto patronum— explicó, y muchas caras se iluminaron. — Como ustedes saben, este antiguo y misterioso encantamiento conjura un guardián mágico, una proyección de todos sus sentimientos alegres. El Encantamiento patronus es complicado, y muchas brujas y magos son incapaces de producir un patronus completamente corpóreo, un guardián, que por lo general toma la forma del animal con el que comparten una afinidad muy profunda. Quizá lo sospechen, — ella comentó, mientras caminaba entre los lugares del salón — pero no pueden saber qué forma adoptará su patronus hasta que consigan conjurarlo. Quizá algunos de ustedes ya saben cuál es eso suyo y otros lo van a descubrir hoy. — Concluyó.

Se detuvo cerca de los ventanales.

— En pie por favor. Muevan las mesas contra la pared. — Los alumnos siguieron sus instrucciones. Alejaron las mesas con sus varitas y estas se apilaron a un lado, dejando el aula descampada. Pronta para la práctica.

— Levanten sus varitas, y comiencen a pensar en sus recuerdos felices. Los más felices. — ella orientó, haciendo ella mismo esto para dejar aparecer una nutria de la punta de su varita, que se deslizó por el lugar, mientras varios rostros la seguían con la mirada, encantados. — Inténtenlo ahora — los animó.

Algunos de ellos lo lograron sin mucho esfuerzo. Camille fue una de ellas, que sonreía emocionada mientras su patronus, un oso coahala, desfilaba por el lugar. Una ardilla pasó casi rozando a Hermione, que se alejó con humor.

Se centró en los que aún no conseguían nada. El patronus de Connor aparecía y desaparecía casi en el mismo instante. Karla era demasiado transparente para decir que estaba presente. Y había otros que seguían pensando en su recuerdo feliz sin llegar a nada. Entre ellos Draco.

— Piensen en un recuerdo feliz. Lo más feliz que se les ocurra. ¿Cuál es tu recuerdo, Karla? — Preguntó la bruja mayor acercándose a la chica.

— Cuando mi hermana nació. Pero hace años, no me acuerdo muy bien — explicó. — solo que fue genial ver su cuerpo tan pequeño moverse entre los brazos de mamá — continuó, mientras una sonrisa iluminaba su rostro.