19. Roto

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~19~

Roto


— Solo creo que sería más cómodo que durmieras en la cama. — explicó Hermione por tercera vez a un terco Draco que permanecía reclinado en la pared.

Se había bañado y desde donde ella estaba podía oler el perfume floral de su jabón en su piel. Ella permanecía en el marco de su habitación, y él en negativa a varios pasos de distancia.

— No creo que sea correcto. — afirmó él, sin moverse de su lugar.

— Creo que nos hemos salido de los límites de lo correcto últimamente — ofreció ella.

Draco dio una mirada tentativa a la habitación, pareciendo evaluar qué hacer, sin llegar a decidirse completamente.

— Solo es una habitación, no es un compromiso. — comentó ella, alejándose del marco de la puerta y acercándose a él, tentativamente agarro su mano y comenzó a guiarlo dentro. La duda aún estaba reflejada en el rostro de Draco, pero al menos siguió sus pasos. — ¿de qué tienes miedo? — cuestionó.

Draco miró alrededor, como buscando algo.

— Si alguien llega saber de esto solo me enviaran antes a azkaban — comento, dejando caer los brazos y sentándose en la cama. — a veces creo que... — se cayó de golpe, quitando sus ojos en ella para ponerlos en la pared a su costado.

— ¿Qué, qué? — cuestionó Hermione, con paciencia y sin desanimarse.

— No importa. — devolvió él, de pronto levantó el rostro y mirándola — ¿no se lo dirás a nadie verdad? — cuestiono con dolorosa urgencia.

— Claro que no, Draco. — se apresuró a acercarse a él y a tomar de nuevo su mano entre la suya. — Jamás le contaré a nadie. Pues confiar en mí — Eso no pareció tranquilizarle realmente, pero al menos asintió con la cabeza y miró a su alrededor, analizando la habitación de la bruja.

— ¿Prefieres algún lado en particular de la cama? — preguntó ella tratando de apaciguar el clima tenso.

Él movió los hombros con desinterés, por lo que Hermione se subió a su cama y se acostó en la izquierda, agarrando el libro de su mesa de luz.

— Si quieres leer algo, tengo varios libros. Estoy segura que alguno te podría resultar interesante. — comentó, ofreciéndole los que tenía a mano. Eran algunas literaturas muggle pero también libros de pociones y de historia. Eso pareció llamar su atención, y Draco se volteó para ocupar la derecha de la cama y analizó los libros.

Mientras Hermione leía su libro, él evaluaba uno a uno de los que tenía entre si. No eran más que cinco, pero leyó la sinopsis de cada uno, luego ojeó las páginas con cuidado, hasta que pareció decidirse por uno muggle, lo que llamó la atención de la bruja, pero no hizo ningún comentario.

Permanecieron varias horas reclinados en la cabecera de la cama, cada uno con un libro. Draco estaba tan absorto en la lectura que siquiera pareció darse cuenta cuando ella alzó la varita y los cubrió con una manta. Pasado varios minutos más, Hermione irguió la mirada para ver como él dormía plácidamente con el libro semiabierto reclinado en su pecho. Ella no espero mucho a hacer lo mismo. No intento abrazarlo, y tampoco espero que él lo hiciera. Simplemente se acomodo de su lado y los terminó de cubrir con la manta. En segundos ella estaba tan dormida como él. 

Hermione se levantó a la mañana siguiente y con empeño de no despertar a Draco se fue de la habitación. Se dio un baño relajante, para disipar su mente. En la noche siquiera se habían tocado, había una distancia prudente y moderada entre ellos, pero eso no había evitado que su cuerpo pareciera evocar los recuerdos del día anterior, cuando Draco la había tocado y provocado sobre la mesa del comedor. Estaba segura de que jamás miraría esa mesa con los mismos ojos.

Prisionero  #6390 {Dramione} TERMINADAWhere stories live. Discover now