10. Mala idea

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~10~


Hermione prácticamente corrió a su habitación. Entró en la pequeña sala y sacó de arriba del sofá los libros y de la mesa las pruebas de sus alumnos. Guardo todo en su habitación, y salió con sábanas nuevas y limpias, almohada y frazadas. Si él decidía ir deseaba que estuviera lo más cálido posible. Pensó en arreglar, dejar el sofá arropado, pero sabía que ese detalles sería mucho para Draco, así que solo dejo todo doblado sobre el sofá. Estaba por encerrarse en su habitación cuando recordó algo: comida.

Debía asegurarse de que él comiera algo, o al menos intentar que lo hiciera. Rebusco en su nevera e hizo un caldo lo más rápido que pudo, moviendo con magia todas las ollas y picando las cosas cual Molly en la cocina.

Cuando concluyó lo dejo sobre la mesa ratonera, frente al sofá, con un hechizo para que permaneciera caliente. Dejó cubiertos y servilleta. Sin más se retiró a su habitación y cerró la puerta. Sabía que él agradecería la privacidad y ella también tenía que pensar qué hacer.

A decir verdad, en las siguientes horas no pudo hacer mucho. Se acostó enseguida que entró en la habitación pero al darse cuenta que no podía dormir, vago por la habitación hasta que, sin poder controlarse, abrió la puerta para descubrir que Draco no estaba ahí. Quizá siquiera aparecía, quizá se había escondido en otro lado. Eso la mantuvo despierta por horas, y cuando estaba comenzando a rendirse, cansada de abrir cuidadosamente la puerta, lo encontró en su sofá.

Desde donde estaba podía ver que no había usado ninguna de las prendas que ella había dejado ahí. Simplemente se había reclinado en el sofá y se había cubierto con su manta. No estaba segura de si estaba durmiendo, no podía ver con claridad, pero al menos él estaba ahí, y eso ya era mucho para alguien que estaba desaparecido hace dos días.

***

Hermione no durmió en toda la noche. Pasó horas mirando el techo mientras la oscuridad la rodeaba. No escuchaba ningún sonido desde la sala y eso la tenía nerviosa, pero no quería inspeccionar más, sino que deseaba darle al rubio privacidad. Recién cuando algunos rayos de sol comenzaban a entrar por su ventana y a acariciar su rostro logró conciliar el suelo, y se fundió en un sueño tranquilo y rápido. Se despertó de un salto, incorporándose en la cama.

Al comprobar la hora vio que recién habían pasado 16 minutos de las 7 de la mañana, así que se puso en pie y se vistió. Sabía que debía tener cautela con Draco. Invitarlo a pensar racionalmente era lo mejor, y sabía que el coincidiría con ella que entregarse a Minerva y dejar que las cosas sucedieran normalmente era lo más razonable, pero estaba dispuesta a hablar primero con la directora para poder darle tranquilidad respecto a que se haría, para que cuando él se presentase ante la bruja mayor supiera que le iba a pasar.

Por lo que con esa idea salió de su habitación, despejando su mente para no caer en cualquier juego sucio que cierto rubio estuviera dispuesto a iniciar, pero en cuanto puso un pie en la sala sus ánimos cayeron por el piso.

Draco no estaba.

La ropa de cama estaba tan perfectamente doblada como la había dejado, y la comida permanecía intacta y caliente. Él no había tocado nada. Por un momento, Hermione dudó de si él realmente había dormido ahí, pero estaba segura de lo que había visto, y como para confirmar sus palabras la puerta de su habitación estaba abierta, no trancada como ella la dejaba.

Draco había pasado la noche y se había marchado, sin siquiera agradecerle o probar un bocado. Él tenía miedo, lo sabía ahora, se había acercado mínimamente, pero no había avanzado un paso.

Prisionero  #6390 {Dramione} TERMINADAWhere stories live. Discover now