16. Urgencia

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~16~

Urgencia


Draco se despertó abruptamente, abriendo los ojos de golpe y aún más rápido sentándose en el sofá. Hermione vio la confusión en su rostro por algunos segundos hasta que pareció reconocer dónde estaba y tranquilizarse visiblemente. Relajo los hombros que había cuadrado de forma dolorosa y dejó caer sus ojos grises en ella.

— ¿Qué hora es? — cuestionó con urgencia.

Hermione, que estaba dejando un plato de comida sobre la mesa, pronta para comer ella misma y acostarse, lo miró sobresaltada con su arrebato, pero luego de unos segundos logró relajarse.

— Es de noche. Estaba por cenar algo.

En ese momento él pareció notar el plato de comida y bajó la mirada a la mesa. Se pasó la mano por la cabeza despeinando su cabello ya habitualmente desarreglado.

— No debí dormir tanto. Será mejor que me vaya. Seguramente estás... deseando que me vaya... — se puso en pie y su tono de voz había bajado de intensidad y sus ojos no la miraban ahora. Ella se movió unos pasos para estar más cerca, como si se sintiera tentada a tomarlo de la mano y evitar que se fuera, y se apresuró a interrumpir su línea de pensamiento.

— No. — dijo de golpe. Quizá demasiado de golpe- — ¿a donde irías de todos modos? — interrogó sin ánimo de ser invasiva pero sinceramente preocupada.

Él levantó el rostro y la miró, ligeramente confundido, pareciendo buscar una respuesta para darle. Hermione sabía que no tenía a donde ir precisamente. No estaba yendo a su casa, la biblioteca estaba llena de alumnos tratando de adelantar las tareas para tener el fin de semana libre.

— Am... — estaba buscando, y ella podía ver cuanto él estaba buscando una buena excusa.

— Puedes quedarte. Hice algo para comer. Puedes comer conmigo si quieres... — fue su turno de dejar la oración morir en el aire y mirar la habitación con creciente interés.

— ¿Comer contigo? — preguntó él, la duda e incertidumbre claros en su tono.

— Bueno, no sé, a lo mejor te molesta comer con una sangre sucia... — su tono se elevó gradualmente, comenzó con fervor sin poder creer que estaban regresando a eso de nuevo. Cuando creía que lo habían superado él buscaba la forma de regresar.

— No es eso. — la interrumpió de golpe dando unos pasos para acercarse, pero frenando antes de estar del todo cerca. Unos escasos centímetros los separaban, y aunque Draco no estaba del todo erguido como solía estar antes, ahora en cambio solía andar con la cabeza gacha, como si quisiera esconderse, o pasar desapercibido, se notaba fácilmente que era más alto que ella. Como dos cabezas. Estiró las manos y en ese momento su mirada cayó sobre su propia mano. — Limpiaste. — dijo no como una pregunta sino como una constatación de los hechos.

— A ti puede que te moleste comer con una sangre sucia pero a mi no me molesta limpiar la herida de un mortifago — soltó antes mismo de que pudiera controlar sus palabras. Él levantó el rostro, y la mirada que vio en sus ojos le hizo desear haber medido sus palabras. — Draco... yo lo siento... — se detuvo, sin saber por qué se disculpaba, no cuando él había insinuado que no comía con ella. Respiró hondo, tratando de calmarse, parecía siempre ir enredando los pies con las manos con Draco. La ponía nerviosa con su cercanía, con su cuerpo irradiando un calor que la tentaba por el mero hecho de estar parado a dos pasos de distancia, y por su mente traicionera comenzaron a pasar recuerdos de cosas que haría bien en nunca más evocar.

Prisionero  #6390 {Dramione} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora