29. Mi primera vez

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~29~

Mi primera vez


Hermione se sentó al lado del mago, en el sofá en el que él estaba profundamente dormido. Cuando lo llamó, Draco abrió los ojos y la observó dudoso por algunos segundos hasta que se relajó visiblemente y le devolvió una sonrisa.

Hermione le devolvió el gesto.

— Hice algo para comer. ¿Quieres? — preguntó tratando de evitar pensar en los ojos de él, que seguían tan hermosos como los recordaba. De ese gris intenso, fuerte, que parecía penetrar su alma con solo la mirada.

Draco asintió en silencio y la siguió hasta la mesa de la cocina, donde ya los esperaba la comida servida en platos. El rubio miró la comida sobre la mesa y luego a Hermione.

— No tenías que molestarte tanto. — devolvió, pero ocupo su lugar — por la noche haré algo yo — ofreció, y cuando levantó la mirada, vio que ella lo estaba observando realmente intrigada. Draco sonrió ante su gesto encantador — ¿lo dudas? — cuestionó sin poder resistirse.

Hermione pareció debatirse internamente mientras decidía qué decir. Hasta que pareció rendirse en sus pensamientos internos y darse por vencida.

— Dejaré que me sorprendas — soltó con una sonrisa baja.

— Eso es suficiente — estuvo de acuerdo el mago mientras extendía la mano para agarrar el tenedor y comenzar a comer.

Él comía rápido. Más rápido de lo promedio, o de lo esperado cuando no tenían algo para hacer después de eso. Por lo general Hermione solía comer rápido también, cuando tenía que ir a dar clases, o cuando llegaba tarde para algún compromiso, de lo contrario, le gustaba disfrutar de la comida y de la tranquilidad. Pero Draco devoró su plato, no cómo si estuviera con hambre, porque cuando ella ofreció él se negó a tener más, pero comió rápido como si estuviera corriendo contra el tiempo.

Pero la bruja no mencionó eso, por lo contrario, busco algún tema para romper el hielo, a pesar de que habían otras muchas dudas que le gustaría haber sacado.

— Creo que Minerva te va a conseguir una habitación — comentó mientras se llevaba una papa distraídamente a la boca.

— Eso sería bueno — devolvió él, pero no parecía estar prestando atención a sus palabras, o emocionado con la idea.

El silencio se volvió a acentuar sobre ellos. Hermione avanzaba con lo que tenía servido en su plato, y Draco encaraba la ventana, mientras su plato vacío ya estaba olvidado. Hasta que con un suspiro, Hermione no logró soportar más y trajo a colación lo que realmente quería hablar.

— tienes que regresar... — soltó de golpe pero lentamente — eso no parece justo.

Él demoró varios segundos en responder o siquiera en dar señales de que la había escuchado. Cuando por fin hablo, se volteó primero a ella, pero no la miró directamente, sus ojos puestos en algo más. Distantes.

— Era para ser cada mes, pero Neville intervino y consiguió que fueran cuarenta y cinco días — contó en tono bajo, monótono, mientras jugaba con el mantel enredando y desenredando la punta en sus dedos largos y ágiles.

— ¿Neville? — cuestionó Hermione, preguntándose qué posibilidades había de que fuera otra persona.

— el Neville que tu conoces — devolvió el, por fin miranda. — Está en mí caso y por algún motivo decidió que tenía que hacer algo para que no pasara todos los años en Azkaban. — Draco sonrió ante eso, parecía como un recuerdo lejano, sus ojos se iluminaron por unos segundos antes de volver a obtener ese brillo triste que Hermione conocía tan bien — de hecho es bastante bien. Me trata bien y todo.

Prisionero  #6390 {Dramione} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora