Capítulo 21: Marco

662 105 33
                                    

• Jean •

Era un infierno.

Todo el maldito mundo se había vuelto un infierno.

En el último par de días lo único que pasaba por mi mente eran los titanes y todas las personas que ahora estaban muertas por su culpa.

El momento en que me enfrenté a ellos fue aterrador. Varios compañeros habían sido devorados bajo mi mando, y yo mismo había estado a punto de morir en más de una ocasión. Pero lo peor estaba pasando justo ahora, dos días después de que derribaron el muro, cuando veía el cadáver de mi mejor amigo tendido en el suelo frente a mí.

-¿Eres tú, Marco?

Lo había reconocido de inmediato, pero no podía creerlo. Él no. No iba a aceptarlo.

Giré y di unos pasos en la dirección contraria, tratando de entender lo que había pasado, por qué nadie estuvo con él o lo ayudaron. Me di cuenta de que jamás volvería a escuchar su voz, ni sabría cuáles fueron sus últimas palabras...

-¿Sabes su nombre?

La mujer junto a mí estaba hablándome, pero nada de lo que decía llegaba con claridad a mi cerebro. De hecho, nada de lo que pasaba tenía sentido. No quería escuchar ni una sola palabra más, simplemente quería ocultarme en algún rincón a que esta pesadilla acabara.

Pero todo era real, y el pecoso de cabello negro yacía muerto frente a mí. No importaba lo que hiciera, esa era la verdad.

-¿No lo entiendes, cadete? Han pasado dos días desde que la puerta fue bloqueada y aún estamos recogiendo los cuerpos -siguió diciendo- Hay riesgo de epidemia, debemos prevenir una segunda catástrofe. Aún no es tiempo de llorar a nuestros camaradas caídos, ¿entiendes?

Tragué saliva y me forcé a responder.

-Tropa de reclutas 104, líder del escuadrón 19, Marco Bodt...

Esa noche lo vi por última vez, cuando sus huesos fueron incinerados junto a los de cientos de soldados más, mezclándose bajo el fuego que iluminaba a los que seguíamos con vida. Sostuve sus cenizas entre mis dedos, diciéndole adiós a la primera persona que creyó en mí.

¿De cuántos más tendría que despedirme?

Si no me hubiera vuelto soldado, ahora no estaría pensando en quién sería el siguiente en acabar en esa pila.

Este habría sido un panorama completamente desolador, pero por alguna razón vinieron a mi mente las palabras de aliento que Marco me dijo. Su recuerdo movió algo en mí, como una pequeña y agridulce esperanza. Él pensaba que yo sería un buen líder, y aunque realmente no entendí por qué, estaba decidido a hacer todo lo posible por no decepcionarlo.

No podía fallarle a Marco después de todo lo que había hecho por mí, después de brindarme su amistad aun cuando yo no había sido más que un idiota. Esto ya no se trataba de ser egoísta ni de que se salvara quien pudiera, no podía seguir viviendo bajo esa regla.

Nadie más debía morir de la forma en la que él lo hizo. Había visto con mis propios ojos el horror de los titanes, y no estaba dispuesto a dejar que esto continuara así, que Marco fuera sólo una de tantas pérdidas y que a él le siguieran incontables más.

Supe en ese momento que no podía darme por vencido, que tenía que luchar.

Lo que tengo que hacer ahora...

Di la vuelta hacia mis compañeros y tragué saliva, reuniendo valor para decir en voz alta la elección más estúpida que haya hecho en mi vida.

-¿Ya decidieron a qué división se unirán?

Seguro iba a arrepentirme de esto, pero sabía que lo hacía por los motivos correctos.

-Yo ya me decidí...

Esta es mi promesa para ti, Marco: jamás le daré la espalda a la humanidad si puedo hacer algo para cambiar las cosas.

-... me uniré a la Legión de Exploración.

Es cierto que si no me hubiera hecho amigo del pecoso, ahora no estaría triste por su muerte; sin embargo, de ser así no habría podido disfrutar de tres años de su amistad, que no se sentían suficientes, pero eran más de lo que yo merecía.

Aunque en un principio parecía más sencillo, no podía apartar a los demás para intentar protegerme, necesitaba contar con otros...

"Si te sigues comportando así vas a terminar luchando solo, sin nadie que te apoye".

Maldita sea, Marco. Nunca dejarás de enseñarme cosas, ¿o sí?

Luchar por la humanidad, ese sería mi deber; pero tener personas a las cuales amar, bueno, esa sería mi salvación.

De nuevo, la imagen está en twitter @suki_kirschtein por si la quieren ver en mejor calidad

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

De nuevo, la imagen está en twitter @suki_kirschtein por si la quieren ver en mejor calidad.

Gracias por leer, sus votos y comentarios. Nos vemos el siguiente capítulo💕

Por favor, vuelve | Jean Kirschtein | TERMINADAWhere stories live. Discover now