🔥Capítulo 57: Más que amor

703 44 40
                                    

Capítulo dedicado a las personas que adivinaron lo que se venía, aun cuando fuera en broma xd
___________________

• Jean •

Era de tarde. Otro día siendo odiados y admirados y tratando de que la gente no se matara entre sí. Terminé la pasta desabrida que ahora acostumbraba a comerse aquí, y me disponía a llevar los trastes al fregadero cuando Rose y yo topamos en el camino. En nuestro intento de avanzar trastabillamos un poco, como si en realidad no quisiéramos apartarnos del otro. Finalmente, ella llevó su mano a mi torso para dejarme quieto y me rodeó para pasar, deslizando sus dedos por mi abdomen.

La seguí con la mirada, perdidamente enamorado, hasta que se esfumó por el pasillo. El encanto se evaporó en cuanto noté a Connie estirando el cuello para ver por donde la castaña se había ido.

—¡Oi! ¿Qué crees que haces, imbécil? —No se inmutó ni un poco ante mi reclamo. En vez de eso sólo volteó hacia mí con el ceño levemente fruncido, incluso pareciendo como si... No, eso era imposible... Pero, sólo tal vez, Connie estuviera pensando. Decidí indagar al respecto—: ¿Por qué me ves así?

—¿Recuerdas que en nuestro primer año en la Legión me pediste que te dejara la habitación, aunque al final no la necesitaste? —preguntó, trayendo a colación un tema que creí que jamás volvería a hablar con él. Asentí con recelo— Bueno, creo que ya es hora de que cobres ese favor. Cojan.

Casi me explotó la cabeza de sólo oírlo. Volteé a todos lados como loco, esperando que nadie más lo hubiera escuchado.

—¿¡Qué te pasa, idiota!? ¿Cómo puedes decir eso?

—Oh, disculpa, disculpa. Quise decir: "hagan el amor". —Le di un manotazo.

—No voy a hacer nada porque tú lo digas. Y no deberías meterte en mis asuntos.

—Sólo estoy siendo un buen amigo. Ustedes dos tenían meses sin verse, ahora atravesaron por algunos problemas y se reconciliaron; pero aún no han reconectado del todo. —Puso una mano en mi hombro— Mira, Reiner va a ir a ver a su familia mañana y no estará en la noche; yo me quedaré con Armin, por lo que tendrán la habitación para ustedes solos. Tú sabes si quieres aprovechar —agregó, con las manos en alto haciéndose el inocente, y cerrando los ojos.

Lo pensé un momento y, aunque odie con mi vida admitirlo..., Connie tuvo una buena idea que podría ayudar en mi relación. El mundo estaba de cabeza.

▪︎ ▪︎ ▪︎ ▪︎

Esa tarde esperé a que Rose volviera del pueblo para cenar con ella. La hacía feliz tener algo en qué ocuparse con lo que pudiera ayudar a la gente, así que se dedicaba a atender a quien la necesitara, sin pago porque la economía había quedado colapsada, pero satisfecha de poner de su parte.

Cenamos con Annie y Pieck también a la mesa, marleyanos pasando de un lado a otro y Connie revoloteando a nuestro alrededor hasta que lo amenacé con la mirada mientras Rose estaba distraída. Así transcurrió la cena hasta que ambos terminamos y subimos a nuestro cuarto. Las escaleras y el pasillo frente a las habitaciones estaban vacíos, sólo con el ruido de nuestras pisadas y el rechinido de la puerta al ser abierta.

—Aún no tengo sueño, no sé si quiero acostarme ya —empezó a decir Rose tras entrar, quitándose sus zapatos— ¿Tú qué harás? ¿Dibujar?

Me relamí los labios, nervioso. No creí que lo estaría; me había acostado con mi novia infinidad de veces para este momento. Sin embargo, había pasado tanto tiempo y estábamos en circunstancias tan diferentes que era como volver a ser un adolescente torpe y sudoroso.

Por favor, vuelve | Jean Kirschtein | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora