02. Aquelarre.

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¿Mi respuesta importaba?

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¿Mi respuesta importaba?

¿Les preocupaba que me interesara en esa magia?

¿Por qué incluso ellas, siendo brujas, tienen miedo de ese tipo de magia?

Mis ojos no se separan de esos ramilletes, tantos colores, tantas magias, tantas opciones.

Tantos destinos...

Apreté mis manos—No importa. No la elegiré.—Dije firme. Mientras mis ojos se posaban en los ojos azules de la dama Blanca.

Puedo ver cómo sus hombros se relajan, aliviada.

—Haces bien, pequeño retoño—Susurró Dama gris—Ahora, elige.

Dudando un poco, me acerqué al ramillete azul. Este tenía muchas flores y piedras azules brillantes atados con un lazo del mismo color.

Lo levanté, y pude sentir como una...sensación extraña me recorrió todo el cuerpo.

—Magia azul—Susurré.

Un grupo de damas con vestidos azules y ojos bien abiertos, gritaron en alegría. Empezaron a bailar alrededor del fuego, mientras que la que parecía ser la líder de ellas se me acercó con una sonrisa

—Bienvenida al cálido círculos azul, nuestra magia es muy divertida, entre nosotras nos llamamos sirenas azules—Ríe— ¿Haz escuchado de ellas?—Niego— ¿No? No importa, después aprenderás, ¡Ven! Vamos al río, ahí verás nuestra magia. Así sabrás si te gusta o no.

Parpadeo. Tenía una voz animosa y áspera. Miré a mi mamá, esperando que me diga qué hacer ahora. Ella me sonríe y me hace un ademán para que las siga.—Adelante. Ve con ellas—Me dice.

La observo atentamente, parece alegre. Miré el bosque oscuro, los árboles, la luna y luego a la bruja azul quien mantenía su mano extendida frente a mí.

Solo...debía seguirla.

Tomé aire y valor, aceptando la mano de la bruja, quien me empezó a llevar hacia las profundidades del bosque junto con otras que practicaban el mismo tipo de magia.

Por otro lado, el viento agitando los árboles, la fría negrura, los animales nocturnos, el silencio, nuestros pasos. Las raíces de los árboles casi me hacen tropezar varias veces, pero la mujer frente a mí me tiene bien aferrada a ella.

—¿Qué piensas cuándo te imaginas el color azul, pequeña?—Pregunta, su visión en el camino.

—¿El cielo?

Ella rió—Bueno, supongo que el cielo y el agua se conectan de alguna manera—Susurró para sí misma—El agua de lluvia y la mar son hermanas...

Sus palabras me confunde.

—Lo dices como si fueran mujeres.

Ella dejó de caminar al escucharme—Son mujeres—Dice segura—Lo entenderás, si eliges nuestra magia—Sonrió de una manera torcida y escalosfriante, podía ver sus ojos a pesar de la oscuridad. Pero, los pude ver aún mejor cuando un brillo empezó a llenar sus ojos, uno azul. Fué tan intenso que iluminó su rostro y mejillas.

Un poder superiorWhere stories live. Discover now