08. Perdóname

661 116 53
                                    

//•Narra Alastor•\\





“No se deshace lo que ya está hecho"

Recuerdo que yo mismo dije esa frase hace un tiempo.

Me arrepiento.

Camino hacia el espejo para darme un último vistazo antes de salir de mi habitación. Acomodo mi traje, corbata, cabello y me sonrío a mi mismo. ¡Perfecto, ya estoy listo!

A través del reflejo puedo ver que hay movimiento, mi sombra me observa en silencio, como siempre, esperando una orden o simplemente a que empieze a caminar para seguirme.

—¿Crees que merezca su perdón?—Pregunto.

Mi sombra evita mi mirada. Pero puedo notar un gesto tristeza en ella.

...Claro.

Suspiro. Salgo de mi correspondiente habitación de este destrozado hotel para caminar por el pasillo. Tengo hambre, es hora de desayunar y ya estoy pensando en varios manjares que podría preparar.

La cocina.

¿Ella estará ahí? ¿Estará desayunando? ¿Tomando café?

No. Ella prefiere más el té. Lo recuerdo.

Niego con la cabeza. Tal vez eso ya haya cambiado junto con todo lo que alguna vez la rodeó. Ella Ahora es tan...diferente. ¡Apenas pude reconocerla cuando la ví!

Incluso sus ojos dorados no brillan como antes. Esas grandes cuencas de oro derretido ardían con tanto esplendor que iluminaba incluso cada paso que daba. Ahora apenas puede iluminar sus manos. Lo noté.

Su cabello, el cual antes mantenía ordenado en un moño o peinado, ahora ondea suelto y enredado. Tan salvaje e indomable.

Sus orejas se mantienen igual, tan expresivas y que parecían que se movían por cuenta propia.

Su cola es más larga de lo que llegué a imaginar. ¡Ella siempre se esforzó tanto en esconderla! ¿Y ahora? Ya me a golpeado alrededor de 3 veces mi bastón con ella. Moviendola sin pudor ni vergüenza. Dejándome verla y admirarla. Era tan peluda que daban ganas de acariciarla.

Su vestimenta fué algo que me dejó pensando mucho tiempo. ¿Acaso ella había olvidado su propia época? ¿Acaso ella había dado la espalda a su propio estilo victoriano? ¿A dónde fué la elegancia que tanto emanaba hace años? Ya no estaba. Lo había reemplazado con...unos mugrientos y desaliñado pantalones junto con alguna que otra camisa manga larga, de botones, ramera o sudadera. ¡No le quedaba!

Me había adaptado tanto a su figura elegante. Que ver esta versión de ella me daba escalofríos y horror.

Había cambiado. Mucho.

—¡Buenos días, cariño!—Saludo a la princesa Charlie cuando entro a la cocina.

Ella es un ligero sobresalto al escucharme, me daba la espalda. Parecía que buscaba algo.

—Buenos días Alastor—Ella me devuelve el saludo vagamente—¿Haz visto a Fatt Nuggets? Ángel lo está buscando

Ladeo la cabeza—¿Quién?

Charlie se asoma debajo de la mesa—Fat Nuggets. La mascota de Ángel. No aparece desde esta mañana.

—¿Hablas de ese manjar totalmente desperdiciado?—Niego—Nop, no lo he visto. Pero si lo hago, le daré las felicitaciones a Ángel. Que buen pedazo de carne a criado—Río—Unos toques de sal, una hora al fuego y luego...-

Un poder superiorWhere stories live. Discover now