18. Al fin

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Solo Dios y Jesús conocen nuestro corazón y nuestras circunstancias en la vida perfectamente, así que solo ellos podrán juzgar perfectamente. Este juicio será de misericordia, sanación y amor.

-Desconocido.21 4

Narras tú:

El infierno.

Vaya que me había acostumbrado bastante a su entorno, sus habitantes, su caos, su calor, su frío, su despiadado y muy cruel ambiente.

Acomodo mi cabello detrás de mis enormes orejas. Mirando afuera por mi balcón. Sonrío.

-¿Se te apetece salir a caminar, mi pequeño Tenebris?-Pregunto sin mirarle.

Su enorme cuerpo se levanta del suelo y se pone a mi lado, dispuesto y obediente. Sonrío.

-Ay, mi chiquito y lindo cachorrito-Beso su cabeza-¿Que haría sin tí?-Su cola se menea de un lado a otro. Acaricio su lomo y este saca la lengua jadeando-¿Quién es un buen chico? Sí, tú. Mi fiero lobo.

Suelto un enorme suspiro al escuchar mi voz hacer eco por mí sala.

Tan...vacía.

Me levanto de mi sillón, Tenebris brinca a mi lado y yo solo me limito a caminar hacia mi balcón. Pongo mis manos sobre mi cintura, admirando mi amplio y hermoso territorio.

Respiro hondo-Nada mejor que oler sangre y muerte por la mañana ¿No lo crees?-Sonrío.

Hablar con Tenebris se había vuelto más que normal para mí, después de todo. Era mi única compañía en este cruel infierno. Sacudo mi vestido una última vez más para luego empezar a caminar por las amplias y caóticas calles.

Más de un pecador apartó su mirada al verme, me reconocían. No puedo evitar soltar una ligera risa entre mis labios.

-Tenebris. Escóndete, no quiero que todos piensen que voy a salir a cometer un genocidio territorial.

El gruñe pero poco a poco su cuerpo se oscurece hasta convertirse en una especie de humo, un humo que me envuelve y se esconde junto con mi sombra.

Buen chico.

Suspiro. Regreso la vista al frente, detallando cada edificio, cada calle, cada demonio, cada piedra y basura que hay a mi alrededor. Todo me causa tanta tristeza y melancolía.

Nada parecido a mi hermosa tierra. Extraño el aire fresco, la luna, el invierno, la bibloteca, ni cabaña.

Mi cabaña...

Mi ánimo decae un poco al recordarla.

¿Qué año estamos?

¿Cuánto tiempo a pasado?

¿Cuándo será el día en que alguien pueda invocarme?

¿Escondí muy bien la cabaña?

¿El hechizo no es legible?

¿La cabaña se abrá destruido?

¿Mi venganza nunca llegará?

Cierro los ojos. No. ________. Llegará, ten fé. Llegará alguien, alguien valiente. Mi cuerpo se refleja en el vidrio de una tienda, mi silueta tiene una forma extraña que ya me había acostumbrado.

Sonrío de lado. Oh~ aún recuerdo mi primer día aquí. Sin duda fué tan...extraño.

~~~

Luego de morir colgada en la orca. Había llegado a un lugar muy, muy brillante, tan brillante que mis ojos se sintieron heridos ante tanto esplendor y tuvieron que ser cubiertos por la palma de mi mano. Estuve así un buen rato. Parpadeando constantemente, quejándome del brillo e intentando poder ver a través del él.

Un poder superiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora