02. Un día más.

612 107 58
                                    

Una noticia sorpresiva no es tan sorpresiva si estás preparado para todo. Para absolutamente...Todo.

Desconocido 0.9




***

Mi mano limpia el espejo empañado del baño, al no tener la capa de borrocidad sobre ella puedo tener una vista perfecta del reflejo de una mujer con ojeras, orejas caídas, pálida...incluso puedo decir que triste

Se ve tan triste. Tan sola.

¿Esa soy yo?

Mis manos oscuras tocan mis mejillas, el reflejo imita el acto.

Sí...soy yo. Suspiro.

Mi cuerpo goteante de agua ardiente deja un camino de gotas por todo el pasillo hasta mi habitación. Tenebris está en el suelo, descansando. Oh eso hacia hasta que llegué desnuda y mojada hasta tirarme en la cama.

Miro el techo. Pensando. Quedándome inmóvil...Muerta. Tenebris se sube sobre la cama y me mira con la cabeza hecha un lado. Su oreja se mueve.

Respirando hondo. Levanto la mano con pereza para chasquear los dedos. De inmediato a nuestro alrededor aparecen un montón de formas oscuras que van tomando forma de manos lentamente.

Había logrado crear, con los años, pequeñas masas oscuras, parte de mi magia, las cuales tomaban forma de manos sin brazos, flotantes, negruscas y frías para satisfacer mis necesidades básicas.

Cierro los ojos cuando Tenebris pone su hocico en mí hombro.

Él sabe que no estoy bien.

Acaricio su cabeza—Tranquilo. Ya se me pasará.

Chilla.

Las manos flotantes me ponen mis botas para luego desaparecer. Quedo sola de nuevo, con un terrible eco de reloj resonando por todos lados.

Tenebris gruñe mientras su enorme cuerpo peludo me hace frente. Esos ojos rojos me fulminan, me queman. Parecen dos volcanes a punto de hacer erupción.

—¿Qué miras?—Pregunto.

Tenebris entrecierra sus ojos, me reprocha en silencio. Estoy a punto de hablar cuando la puerta se abre con fuerza y un montón de lobos fantasma entren jugando los unos con los otros.

Tenebris los mira mal. Interrumpieron el momento

Niego con la cabeza al reconocer a mí lindo y chiquito Mordiz. Este se sacude la cola y se me sube encima para morder ni nariz.

—No cambias—Murmuro

Todos los lobos se suben a la cama y me rodean, sus cálidos pelajes me transmiten un calor agradable, sus respiraciones y sonidos característicos me hacen sentir menos sola.

Un abrazo de lobos.

Suspiro. Al menos los tengo a ellos.

De pronto. La mansión entera de sacude con una fuerza impresionante. Sobresalto al igual que todos los lobos que hay en mi cama. Todos salen corriendo por la puerta o traspasando las paredes cual fantasmas. También salgo preocupada al pensar que es una nueva batalla territorial.

Pero no.

No es así.

Es un gran ¡Gran! y enorme dirigible que a chocado con mi hogar. Parpadeo.

Un poder superiorWhere stories live. Discover now