19. Cena

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Mis ojos se mueven de izquierda a derecha una y otra vez.

Izquierda.

Derecha.

Palabra por palabra.

¿Cómo debo reaccionar?

La tarjeta refleja un brillo dorado por culpa de mis ojos, y es que, mis ojos desprendían un brillo bastante potente, todo los que estuviera a su alcance quedaba impregnado del color dorado característico en ellos.

Y era aún más escandaloso al estar en medio de la oscuridad.

—¿Una... invitación?

Alastor aclara su garganta—Un restaurante acaba de abrir en una de las partes caníbales del lado oeste del pentagrama. Me gustaría invitarte a...comer—Lo miro con una ceja levantada—¡Ya sabes! Confío mucho en tu buen gusto por las comidas, sobre todo las carnes.

Sonrío ligeramente—¿Confías en mí buen gusto?

Asiente—No está nada mal.

Entrecierro los ojos mientras mi mano derecha cierra la invitación nuevamente—¿A qué se debe tu sorpresiva invitación, Alastor?

Este menea su bastón entre sus manos para luego desaparecerlo. Sus manos rojizas acomodan su cabello para finalmente hablar—Se debe...A qué no hemos podido hablar... apropiadamente—Mira su sombra rápidamente antes de volver a poner sus ojos en mí. Detecté nerviosismo en ese acto.—¿Podríamos hacerlo mientras disfrutamos de una cena digna de alguien como nosotros?

Suelto una leve risa—Bueno, a pasado un muy largo tiempo desde que salí a comer con alguien que no fuera Tenebris. Mucho menos alguien que compartiera mi gusto por la carne—Suspiro—Acepto tu invitación.

Sus orejas rojizas se mueven velozmente hacia arriba—¡Entonces, espero que no me dejes embarcado, querida!—Su tacto inexplicablemente tibio me toma de la mano—La estaré esperando—Se inclina hacia adelante para besar mi mano en un acto de cortesía de nuestra época, cosa que me causó un sonrojo, ¡Y no solo eso!Los escalosfrios me recorren desde el lugar en que sus manos tocan mi mano, hasta el último pelo de mi cola.

La sacudo para eliminar la especie de estática que se produjo en mi cuerpo.

—A-Ahí estaré—Rio nerviosa.

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—Tenebris. ¡Tenebris! ¿Dónde estás? Necesito...-!Has visto mi-! ¡Ah!

Caigo de culo al suelo cuando me tropiezo con Tenebris, quién parecía dormir en el suelo con su forma de lobo.

—Tenebris, lo siento, sé que estás durmiendo. ¡Pero necesito tú ayuda!

Tenebris me mira con un gesto entre dormido y despierto, mi tropiezo apenas y había sido un empujoncito a su enorme figura. Está atontado. Se levanta con pereza del suelo y camina hacia mí para luego tirarseme encima.

"Ama. ¿Por qué está tan alterada?"

Su voz adormilada en mi cabeza resuena con paz. Tiene pereza.

¡No es momento de la pereza!

—Tengo...una cena—Aclaro mi garganta—Es especial.

Tenebris levanta su enorme y peluda cabeza hacia mí, "¿Cena?"

Chasqueo los dedos para convertirlo en humano, su cuerpo desnudo, pálido y perfectamente formado está desnudo sobre mí ahora.

—Hace frío—Dice.

—Adivina porqué—Le digo en tono burlón. Me safo de su pesado cuerpo y le doy una nalgada—¡Necesito que me ayudes a vestirme! ¿Debería maquillarme? ¿O hacerme un peinado especial? ¿Uso un vestido o algo casual?

Un poder superiorWhere stories live. Discover now