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Con tan solo escuchar su nombre hace que muchos se estremezca en su lugar.
Imaginan sangre.
Huesos.
Cuerpos desmembrados.
Y por supuesto...Un apetito singular por la carne.
Carismáticos, sonriente, cortés y a la vez cruel.
Todos al escuchar ese no...
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—No había pasado nada interesante por aquí desde hace taaaanto tiempo.
—Más vale disfrutar del entretenimiento entonces, cariño.
Las figuras mantienen una caminata amistosa mientras que alrededor de ellos había una tormenta de gritos y sangre. ¡Era una masacre! ¡Charcos de sangre! ¡Lluvias carmesí! ¡Muerte y agonía!
Era una vista simplemente caótica. Hermosa.
Varios demonios pequeños, similares a muñecos de hechicería estaban acabando todo y a todos como pirañas.
Miro mis manos, son ligeramente transparentes, como si fuera un fantasma o un recuerdo. Pero no era así. En realidad, las figuras que yo veía eran los recuerdos.
Una yo, con vestido hermoso, brillante, elegante y azul marino hacían contraste con el traje rojo de la época que portaba Alastor en aquel momento.
Aprieto mis manos.
—Admiro tus creaciones, Al. Son verdaderamente curiosas—Mi yo de hace años se inclina para acariciar la cabeza de lo que parece un muñeco vudú con vida, lleno de sangre, dientes afilados y ojos de botón—Tradicional...—Murmura.
—Creí que sería una manera divertida y original de plantar mi nuevo inicio—Alastor acaricia la mejilla de mi recuerdo—Especial. Como una bruja que conozco.
Me sonrojo. ¿En verdad teníamos esa química hace años? ¿Esa forma de tratarnos tan íntima? ¿Esas miradas que nos dábamos tan cálida el uno con el otro?
Cómo si nadie existieran. Solo nosotros
—...—Me dolía el pecho—No quiero seguir viendo esto—Me doy la vuelta para evitar seguir viendo el recuerdo—Es patético—Gruño.
Me alejo de ambas figuras. ¡Me negaba a ver fantasmas del pasado!
—¡Al! Espera. ¿Estás bien? ¿La magia te consume? ¿Necesitas...?—Lo voz se calla de repente—¿Alastor?
Giro mi cabeza para ver hacia atrás. Ah...Ya estaba pasando. Me tiento a seguir viendo. Solo...por abrir la herida y por morbo. Tal vez si lo veo como una expectadora, pueda superarlo de una vez por todas.
El Alastor de mis recuerdos está de rodillas al piso, jadeando, gruñendo, sudando, temblando. Inestable.
Frunzo el ceño. Esto no lo recordaba. ¿Por qué se ve como si...se contuviese?
