Un poder superior

38. Baile sangriento

Sin duda es aliviador sacarte un peso de encima. Pero estás tan acostumbrado a él, a ese peso asfixiante, que te sientes extraño al ya no tenerlo más.

Desconocido 9.09

|~Narras tú~|

Saber el significado de cada una de sus sonrisas había sido un reto. Tuve que analizarlo por mucho tiempo, tuve que prestar atención a sus gestos en todo momento. Pero luego de un tiempo medianamente largo. Lo logré.

No sé si era una estrategia de su parte. Pero era efectiva. Esconder sus emociones tras un rostro sonriente, aparentemente...sonriente. ¡No podría dejarlo así! Tenía que saber.

Tenía que saber, y lo logré.

Logré descifrar sus gestos. Y estaba segura...Que no conocía este gesto. No la había visto hasta ahora.

La sonrisa de Alastor, está vez era...Era diferente.

Una vacía, una de no poder creer aún lo que pasaba, lo que veía, lo que enfrentaba. Ese era el rostro de un depredador que al fin había acabado con su presa.

¿Y ahora qué?

¿Qué se supone que hará ahora el depredador? ¿Qué hace el depredador en este caso? Había corrido año tras año a por la misma gacela.

¡Y cuando al fin la tenía en sus garras, y pudo hacer lo que siempre soñó..!

¿Ahora que?

Cualquiera se sentiría extraño luego de haber eliminado al fin una plaga, una que dedicó eternos  años de pesadilla.

La sonrisa tensa de Alastor ahora había sido agregada a mi lista mental.  Levanto mi mano para tocar el hombro de Alastor, pero tomando en cuenta la situación, tomé la decisión de evitar el contacto.

—¿Aturdido, mi amigo?—Pregunto poniendo mis mando detrás de mí.

Niega—No—Abre su boca para hablar, pero no sale nada durante unos segundos—Es solo que...me siento liberado de alguna manera.

Palmeo su espalda.—Ya eres libre de esa mujer, Al.—¡Al fango lo de no tocar! Tomé sus manos entre las mías, su piel estaba tan fría como yo entera, de un momento a otro le obligo a mirarme para que aparte su vista de esa mujer desparramada por toda la habitación—Nadie te controlará jamás. ¿De acuerdo?—Ladeo la cabeza viendo su rostro ensangrentado por culpa de la exposición de rojo que hubo—Tienes una manchita aquí, querido.

Con el pulgar aparto una enorme gota roja recorriendo su mejilla. Hay un rastro rosado bajo la espesa sangre. Y es que, toda su parte delantera está manchada en sangre.

Incluso sus gafas.

Sus manos se aprietan en mi muñeca, me preocupo pues pienso que va apartar mi tacto del suyo, levanto las cejas. Alastor acerca mi mano aún más a su rostro, acunado así mismo su rostro en mi mano. Sonrío ligeramente ante tal sorpresa.

—No hubiera sido posible sin tu llegada, _______—Me sonríe, sus ojos marrones brillan con tanta intensidad—Gracias.

Le dedico una de mis mejores y más sinceras sonrisas—Es todo un placer caballero—Mis dedos acarician la piel de su mejilla aprovechando la cercanía—Eres todo un personaje.