05. Verte.

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Mis ojos llevan viendo la puerta alrededor de 15 minutos. No podía. ¡Simplemente, no podía tocar la estúpida puerta!

El enorme edificio que parece una combinación deforme, aunque fascinante, de varias épocas y estructuras, cubre mi cuerpo con su sombra monstruosa. Era enorme.

Mi nuevo hogar hasta nuevo aviso. Debería adaptarme.

Muerdo mi labio con ansiedad. Incluso siento mi cuerpo temblar de los nervios. Oh, joder. Detestaba esto.

—¿Quiere que toque la puerta yo, Ama?—Pregunta Tenebris a mi lado. Este frota su cabeza contra mi nuca en forma de ánimo. Siempre suele hacerlo en su forma animal lo cual me calmaba.

Me giro hacia él, posicionando mi cabeza en su pecho—No quiero verlo, Tenebris.

Este suspira. Sus manos me envuelven torpemente en forma de abrazo. Aún no se adaptaba a manejar ese cuerpo, pero se veía su avance.

—Ama, en verdad no es necesario. Podemos decirle a lucifer que no es...-

Me separo de él de golpe—¡No!...—Grito—N-no—Tomo aire por la nariz para luego soltarla lentamente. No quería gritarle—Lucifer me hizo un favor. Y es mejor devolvérselo lo antes posible. Se lo debo.

Tenebris asiente—De igual forma, Ama. Yo estoy dispuesto a morderlo si me lo ordena.

Río—Gracias cachorro—Este inclina su cabeza hacia abajo para que acaricie en medio de sus orejas—Vamos. Es hora.

Me giro hacia la puerta de nueva cuenta. Tomo aire. Levanto la mano. Y...

Tok tok tok

Jadeo.

Lo hice. ¡Oh Dios lo hice!

Acomodo mi cola y mis jeans azules. Lamo mis manos para luego peinar mis orejas.

¿Por qué me ordeno tanto?

Tenebris siente mi tensión. Pero no dice nada, solo se quede firme a mi lado. Agradezco al cielo por tenerlo.

La puerta se abre lentamente, un rechinido irritante que incluso mis orejas y las de Tenebris vibran en ardor.

Sonrío al verla—Vaggie...

Ella abre su boca, su piel palidece unos tonos más para luego balbusear—B-Ru...Bruja—Sacude su cabeza—¡The Golden eyed witch!—Grita ligeramente antes de cerrarme la puerta en la cara.

Parpadeo—No me esperaba que ella reaccionara así—Confiezo en dirección a Tenebris. Este se encoje de hombros.

—¿Vaggie? ¿A qué te refieres con que-? Oh ...—Rubia, mejillas rosadas, labios oscuros

Sonrío al analizarla por unos segundos—Charlie ¡Qué alegría verte! ¿Cuántas décadas han pasado? Has crecido tanto, mi niña. Igualita a tu madre.—Me acerco hasta ella dandole un gran abrazo lleno de cariño y genuina felicidad.

Ella corresponde mi abrazo confundida—S-sí. Han pasado algunos años. Eh ...¿Qué haces aquí?—Ella mira a Tenebris fugazmente—Con...un amigo?

Río—¿Acaso no reconoces a quien te ayudó a gatear? ¡Es Tenebris!—Digo—Nuevo y mejorado, por supuesto.

Tenebris hace una pequeña reverencia—Es un honor verla de nuevo, princesa.

Charlie parece no creelo—¿Tenebris? No puede ser ¿¡Qué diablos!?

Este ríe—Mi ama al parecer quiso practicar algunas cosas. Lamentablemente...—Me mira mal—No encontró otro conejillo de indias a ecepción de mí.

Un poder superiorOù les histoires vivent. Découvrez maintenant